Diálogo por consulta no avanza en la Legislatura

El único punto en el que coinciden ambos es en hacer una consulta, dijo ayer el Ministro de Gobierno.

Ayer fracasó el primer intento del ministro de Gobierno, Alfredo Castillo, de obtener el respaldo de la presidencia del Congreso para insistir en una consulta popular para instalar una Asamblea Constituyente.

Castillo llegó al Parlamento a las 11h00 y la reunión se prolongó hasta las 13h20. Pero los resultados fueron poco satisfactorios, pues el Ministro se limitó a hacer una declaración sin preguntas, mientras que el titular del Congreso evadió a la prensa y recién a las 17h00 hizo una evaluación.

El tema central del diálogo fue la consulta popular, que según Castillo, es el único punto de coincidencia entre ambas funciones.

El desacuerdo entre el Ejecutivo y Legislativo se centra en el mecanismo para hacer la consulta. Mientras el Gobierno insiste en que se pregunte sobre la instalación de una Asamblea Constituyente para que cambie la Carta Política, en seis meses; en el Congreso, los bloques se oponen y plantean la necesidad de levantar el candado constitucional o consultar temas sobre reforma constitucional.

El Ministro de Gobierno indicó que el diálogo sostenido con el Legislativo fue limitado en la medida que solo se realizó con el Presidente del Congreso, pues en el Parlamento existen muchas voluntades políticas.

“Hemos establecido que el problema que enfrentamos no es una pugna de poderes como apareció, sino que se trata de un hecho distinto la forma de llevar adelante la consulta”, subrayó.

Castillo señaló que con Lucero acordó seguir con el diálogo con el objetivo de producir una solución que  rebase  la institucionalidad del Estado.

Para el presidente del Congreso, Wilfrido Lucero (ID), el país debe dejar de vivir en medio de una “cortina de humo” que se le ha tendido sobre propuestas que no son viables como una consulta popular para una Asamblea Constituyente.

Sobre la Constituyente, agregó Lucero, hay resoluciones en el Congreso y en el Tribunal Supremo Electoral. “Le he dicho al Ministro que es un tema muy cuesta arriba para el Parlamento, porque no es una solución a los problemas del Ecuador”.

Graves consecuencias
Lucero resaltó la apertura al diálogo de parte del nuevo funcionario, a quien invitó a meditar sobre las consecuencias graves que puede acarrear en la economía ecuatoriana.

El Ecuador no está en condiciones para afrontar cuatro procesos electorales en el 2006, y tampoco una campaña que se extendería durante los 365 días del año, pues esto afecta a la seguridad jurídica, manifestó.

“No hagamos juego a eso, vamos de engaño en engaño, el presidente Palacio nunca habló de una Constituyente, sino de una consulta popular directa al pueblo; y ahí nos dejó colgados, incluido al Vicepresidente de la República”, concluyó.