Cristian David Gavín Aucancela, de 29 años, tuvo, el sábado pasado, su último arranque de celos. Agredió con un cuchillo a su esposa, Rebeca Guanotaxi Chimbolema, de 24, a quien le hizo varios cortes cerca de la oreja y el rostro, y luego la degolló casi por completo.

Enseguida fue hasta donde se encontraba su primogénita, Maritza Alexandra Gavín Guanotaxi, de 5 años, y la colgó con una cuerda de nailon blanca en el baño.

Después cerró la puerta y descargó su furia contra su hijo, Cristian Alexander Gavín Guanotaxi, de 3 años, a quien golpeó en el rostro y luego lo colgó de una viga en la cocina.

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Finalmente, él también buscó la muerte ahorcándose en una viga que sobresalía en el cuarto de sus pequeños hijos.

Así terminó, de acuerdo con los datos del parte de la Policía Judicial de Rumiñahui, la vida de esta familia que moraba en el lote 48 C de la urbanización Los Bohíos de Jatumpamba, ubicada en el sector de Sangolquí, en el cantón Rumiñahui (Pichincha).

Según Manuel Arévalo, amigo de Cristian Gavín, este era muy celoso y desde que empezó su matrimonio con Rebeca Guanotaxi, hace seis años, le hacía escenas de celos, acusándola de que “conversaba o sonreía a algún vecino o desconocido en la calle”.

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De acuerdo con una carta que apareció en la cómoda del dormitorio de los esposos, escrita presuntamente por el homicida, el hombre pedía disculpas a los familiares de las víctimas por la decisión que había tomado.

Además, indicaba que lo hizo porque su esposa le había jurado que lo mataría y luego se iría con su amante.

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Arévalo sostuvo que Gavín supuestamente dejó dinero en un sobre cerrado para que sus familiares se ayuden en los gastos en que debían incurrir por las inesperadas muertes.

El sábado pasado, de acuerdo con las declaraciones de los guardias de Los Bohíos, la familia, que había sido contratada por los dueños del terreno para cuidarlo desde hace dos años, ingresó por la puerta de acceso a la ciudadela privada, a las 20h00.

Sin embargo, el domingo a las 15h30, la hermana de la occisa, Hortensia Guanotaxi, dio la voz de alerta cuando halló los cadáveres y tres cuchillos ensangrentados.

El jefe del destacamento de Sangolquí, Nelson Pozo, explicó que la Policía inició la investigación, junto con la Fiscalía. Además, señaló que al tratarse presuntamente de un tema pasional, se hace necesario reflexionar. “El ser humano debe aprender a sobrellevar los problemas y buscar salidas positivas”, comentó.

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