Con $10,5 millones en acreencias no depositarias dos empresas quieren pagar sus deudas a Filanbanco. Pero, la entidad no se las acepta porque son parte de las que obtuvo el Banco de los Andes a través de un convenio cuestionado por las autoridades.
El juez Sexto de lo Civil de Pichincha acogió el pasado 10 de octubre un amparo planteado por los Andes, que suspende la disposición de la Superintendencia de Bancos de no aceptar las acreencias registradas a nombre de ese banco que se derivaron de un Acta de Mediación con Filanbanco como pago de obligaciones propias o de terceros.
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Para el liquidador de Filanbanco, Eduardo Oviedo, pesa más la resolución Nº 105 del 26 de julio pasado de la Junta de Acreedores que le pide que se “abstenga a recibir las acreencias no depositarias de los Andes”.
Hace cuatro meses, una empresa de almacenamiento de combustibles negoció con los Andes acreencias por $ 4’340.000. Los papeles se entregaron el 6 de julio del 2005 en el Área de Coactivas de Filanbanco, según el acta de constatación física elaborada por la Notaría 32ª de Guayaquil.
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Como Filanbanco no ha hecho el cruce de cuentas, la empresa solicitó al juez 8º de lo Civil de Guayaquil (dentro del juicio de arrendamiento mercantil 835A-2000) que certifique que los papeles se han contabilizado. Un arrendamiento mercantil de 1996 fue el origen de la deuda de la empresa, que expresa en cartas dirigidas a Filanbanco que negoció las acreencias “de buena fe” y “desconociendo los problemas legales”.
Otra empresa (del sector atunero) también presentó acreencias por $6’240.000, que tampoco se han contabilizado por este problema.
El 15 de junio pasado, el ex liquidador de Filanbanco, Xavier Izurieta, firmó una mediación con los Andes y reconoció $ 38,4 millones en deuda a favor de la entidad. Por ello fue acusado de irregularidades por la Procuraduría, el Ministerio de Economía y la Agencia de Garantía de Depósitos.