La estadounidense Venus Williams, cabeza de serie N.10, se clasificó a cuartos de final del Abierto de tenis de Estados Unidos, último Grand Slam del año, al derrotar este domingo a su hermana Serena (N.8) con parciales de 7-6 (7/5), 6-2.
Venus, campeona de este torneo en 2000 y 2001, se medirá en su próxima salida a la ganadora del partida de esta noche entre la belga Kim Clijsters (N.4) y la venezolana María Vento-Kabchi.
Con este resultado Venus logra además empatar a siete triunfos por bando los enfrentamientos con Serena, desde que se midieron por primera vez en un torneo oficial en el Abierto de Australia de 1998.
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En un encuentro en la que ambas rivales fallaron bastante en su trabajo de saque-volea, la menor de las hermanas Williams marcó la diferencia con un servicio más potente y mejor trabajo en la red.
"Pienso que ninguna de las dos tuvo su mejor juego este día. Cuando íbamos camino a los vestidores, al terminar el partido, le dije a Venus que no habíamos estado bien y ella me respondió: es cierto ", reveló Serena.
Con saques que le llegaron a marcar hasta 191 kilómetros por hora (por 185 los de su hermana) Venus, campeona de Wimbledon-2005, consiguió el 76% de los puntos ganados en el desafío.
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"Nunca un partido contra Serena es fácil, pero ahora sabía que ella estaba un poquito temerosa por resentirse la lesión y me aproveché de eso", dijo Venus sobre su hermana, que no había disputado ningún partido antes de llegar a este Abierto, desde que se lesionó la rodilla derecha en Wimbledon.
El encuentro se desarrolló bastante parejo hasta que Venus logró quebrar el servicio de su hermana en el séptimo juego del primer set.
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Serena no se desanimó y recuperó terreno, e incluso tuvo el set point en sus manos, pero su intento de sorprender con una pelota a la esquina izquierda falló cuando el lance se fue de largo por la raya.
El tie break marchó parejo hasta que dos errores de Serena le dieron el parcial a su hermana menor.
En el segundo set Venus quebró dos veces a una Serena desconcertada, que dio un grito de frustración final cuando estrelló su último lance contra la malla.
"He tenido un mal año. Todavía me falta confianza en mi juego", confesó Serena, quien dijo seguirá en Nueva York alentando a su hermana, y "aprovechando las instalaciones de Flushing Meadows para entrenar" con vistas al torneo de Beijing, en China.
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Como es usual, ambas hermanas desplegaron sus mejores galas para este partido.
Venus estrenó una combinación lila tachonada con lentejuelas plateadas y grandes pendientes de oro y esmeraldas, y Serena un atuendo más discreto, pero con sus famosos aretes de diamantes de 40.000 dólares colgados en sus orejas.