Como ya todas las fuentes de riquezas están despilfarradas, ahora se quiere echar mano a los fondos del IESS, plata que podría servir para construir bloques de vivienda multifamiliares, que tanto se necesitan.

También servirían esos fondos para instalar un banco al servicio de los afiliados y jubilados al Seguro Social.

Bolívar Reyes y Altamirano
Guayaquil

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Los defensores de la banca conminan a la Presidencia de la República a que continuemos pagando la deuda externa y no la deuda social, pues claman que los excedentes del petróleo acumulados en el Feirep (Fondo de Estabilización, Inversión Social y Productiva y Reducción del Endeudamiento Público) sirvan para el pago de dicha deuda, so pretexto de defender la economía cuando se produzcan caídas en los ingresos públicos.

Tamaño absurdo. No soy economista, soy médico y constato día a día el hambre y miseria en mi pueblo que necesita urgentemente mayor circulante de dinero para mover la pequeña industria, apoyar al microempresario con créditos directos, con tasas menores al 10% para que se muevan esos dólares ociosos.

Señor Presidente, esta oportunidad que tenemos es única para a través del Feirep asignar fondos para una educación digna y gratuita, a la salud para implementar el programa Dots para el tratamiento de la tuberculosis en todo el país, con la compra de drogas antifímicas y multirresistencias que tanta falta hacen.

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Que se asignen $ 30 millones para el pago de una jubilación digna y mínima de $ 130 mensual para los jubilados que hoy ganan $ 4, 5 o $ 10 mensuales. Ese dinero va a circular, dando la vuelta en el pueblo, generando trabajo, moviendo un engranaje de desarrollo de abajo hacia arriba, no lo que ustedes defienden, a los de arriba pisando a los de abajo.

Aplaudo la valentía del economista Correa y hago un llamado a que ejecute la asignación en favor de salud, educación, bienestar social, microempresa con créditos directos al agricultor, microempresario y madre trabajadora. Así, la lucha de los forajidos será lección para los que no quieren perder el rumbo.

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Dr. Vicente De la Torre
Guayaquil