Es una lástima ver el diario vivir de nuestro querido Ecuador, un país lleno de enfermedades. Primero, la Metástasis que fue diagnosticada por una valerosa mujer, la fiscal general, la que aplicando todas las medidas asépticas está librando de este mal a nuestro país y sacando esos grandes organismos políticos para extirparlos y colocarlos en celdas del averno.

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Pero esta lucha no termina y se presenta ahora la Purga, parece que para seguir atacando estas enfermedades ahora se necesitó de un fuerte purgante para extirpar los parásitos cerebrales de la delincuencia política que ha estado enquistada y gobernando las diferentes esferas públicas.

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Agotando todos los medios jurídicos todavía persiste la ruda enfermedad, ahora con los apagones, que no es mi intención echar lodo con ventilador al actual Gobierno, porque este mal es producto de gobiernos anteriores que no dieron el mantenimiento preventivo a las instalaciones hidroeléctricas, y ahora estamos sumergidos en apagones que traen un perjuicio económico al comercio, la banca, la industria y más.

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Un experto en hidroeléctricas manifestaba que estas obras fueron realizadas sin un exhaustivo informe técnico sabiendo que tenemos fuertes estaciones de estiaje. ¿El remedio? Las plantas térmicas de gas o de diésel.

No necesitamos copiar procesos exitosos de otros gobiernos, pero sí creo es cierto que dos cabezas piensan mejor que una, y con las experiencias que tenemos estas nos enseñan a mejorar cada día.

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Señor presidente, copiemos el sistema educativo de Japón, el sistema financiero de Irlanda o Suecia, el sistema de salud de Suiza, mejoremos el plan de vivienda, y es su obligación recuperar la paz de nuestra nación, la que gritamos todos los ecuatorianos al unísono.

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En poco tiempo ha hecho mucho, pero falta por hacer más, tiene mucho futuro por delante, consígalo haciendo más obras que son importantes y necesarias para un pueblo que ha sufrido por malos gobiernos que existieron y que esperamos no regresen jamás. (O)

Franklin Gallegos Avilés, teniente en servicio pasivo, Guayaquil