Ante periodistas nacionales y extranjeros, el Jefe de Estado anunció ayer la conformación de mesas de diálogo en todo el país para que recojan propuestas que impulsen las reformas legales para reorganizar el Estado, sus instituciones y eviten nuevas crisis políticas.
 
Una convocatoria nacional para definir las reformas legales que eviten nuevas crisis políticas fue, entre otros aspectos, el planteamiento que formuló ayer el presidente de la República, Alfredo Palacio, que le permitirá, según dijo, refundar el Estado.

Ante más de una veintena de periodistas nacionales y extranjeros y por espacio de 60 minutos, el Mandatario expuso que las reformas legales permitirán superar lo que consideró, la caducidad y obsolescencia del Estado.

Aprovechando la presencia de la prensa extranjera, el Jefe de Estado recalcó que la problemática del país, que nació por una serie de violaciones a la Constitución Política, necesita de soluciones radicales que lleven a Ecuador a insertarse en el concepto mundial de democracia y para ello requiere del apoyo y comprensión internacional.

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Sobre el frente interno ofreció canalizar las exigencias de la ciudadanía, “que con las protestas de los últimos días exigió una democracia directa y una participación activa en la toma de las decisiones”.

La mejor forma de lograr este objetivo, dijo, es ir a la conformación de mesas de diálogo que propongan las reformas legales necesarias para reorganizar el Estado y sus instituciones.

Las propuestas, añadió, se canalizarán a una Asamblea Constituyente y finalmente a la definición de preguntas para una consulta popular.

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El Jefe de Estado, quien estuvo acompañado de su esposa, María Paret, y sus hijos, aseguró estar consciente del riesgo que le significa al Gobierno y al país la situación jurídica y política actual, pero indicó que la clave para “alejar esta espada de Damocles” está en la unidad y en el establecimiento de parámetros que legitimen un Estado democrático en donde se respeten los Derechos Humanos. “O cambiamos, o cambiamos”.

El mecanismo para el diálogo nacional, así como la forma en la que se integrarán las mesas de concertación aún no están definidos, pero Palacio aseguró que en este proceso la injerencia del Gobierno “será mínima” y más bien se pedirá la participación de organismos internacionales. Para concretar esto, el gobernante mantendrá una reunión de trabajo con delegados de esas instancias.

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Palacio insistió en la necesidad de darle estabilidad al país y por ello descartó elecciones adelantadas, la posibilidad de una reelección presidencial y la aplicación de una política que signifique la búsqueda de pactos con los grupos políticos del país.

Mientras daba esta explicación en el salón de banquetes de Carondelet, en las afueras del Palacio, cerca de un centenar de personas exigía el retorno del ex mandatario Lucio Gutiérrez.

Sobre este asunto y  las amenazas de medidas de hecho, Palacio respondió que quienes intenten subvertir la paz ciudadanas serán sancionados con las disposiciones previstas en el Código Penal.

Añadió que está consciente de que existe una guerra psicológica y que en las provincias el poder del antiguo régimen se mantiene, pero garantizó que con la designación de las nuevas autoridades la tranquilidad retornará al país.

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Incluso recordó a los simpatizantes del gobierno anterior que “ya tuvieron para gobernar y ahora no les queda otra que resignarse”.

Las candidaturas para nombrar al vicepresidente aún no están definidas y todavía se hacen varias consultas sobre el tema, según dijo Palacio.

Además, dejó entrever que el segundo mandatario podría ser una persona oriunda de Cuenca.