El próximo lunes habrá reuniones en todas las ciudades. La protesta se hará en este mes pero aún no hay fecha. El objetivo, según los alcaldes Jaime Nebot y Paco Moncayo, es restablecer el Estado de Derecho. Miembros de la Asamblea de Quito protestaron ayer en las afueras del Congreso y fueron recibidos con gases lacrimógenos.

El alcalde Paco Moncayo instó a las FF.AA. que no apoyen a un gobierno ‘corrupto e inconstitucional’.

Ayer se vivió una jornada de violencia en Quito, que la Policía reprimió con decenas de bombas lacrimógenas.

En la mañana, fue afuera de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), cuando los trabajadores judiciales quisieron tomarse el edificio, rodeado por un fuerte cerco policial y por otros manifestantes del movimiento roldosista Cero Corrupción.

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Horas después fue en el Congreso, pues los asistentes a la Asamblea de Quito, reunida en la Casa de la Cultura, marcharon, encabezados por el alcalde Paco Moncayo (ID), hacia el Legislativo para presionar por la destitución de la Corte.

Los diputados opositores salieron a recibir a los marchantes, pero la escolta legislativa no los dejó ingresar. Entonces, retuvieron por dos horas al jefe de este grupo, coronel Herman Feijó.

Mientras tanto, en Guayaquil, el alcalde Jaime Nebot se reunió con los representantes de los diferentes sectores de la ciudad y anunciaron que realizarán una movilización, pero no anunciaron la fecha.

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Nebot recibió el respaldo de los alcaldes y prefecto del PSC, en todo el país, con quienes se reunió en la tarde.

A su vez, el Gobierno descartó la posibilidad de decretar un estado de emergencia y llamó a la mediación de la Iglesia.

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La Izquierda Democrática y Pachakutik reunieron ayer a varios alcaldes y prefectos de sus partidos para convocarlos a una movilización que coincidirá en fecha y hora, pero aún no se anuncia cuándo.

Lo único confirmado es que el próximo lunes se realizarán asambleas en varias ciudades del país.

La Asamblea de Quito pidió ayer a las Fuerzas Armadas retirar el sustento al presidente de la República, Lucio Gutiérrez, si el Gobierno no da paso a la cesación de la Corte Suprema de Justicia, elegida por el Congreso el 8 de diciembre del 2004, vía resolución.

“Quiero decirles a mis compañeros de las FF.AA. que no es posible que sustenten este régimen corrupto e inconstitucional”, afirmó el presidente de esa asamblea, el alcalde de Quito, general (r) Paco Moncayo.

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Exhortó además, a la Policía para que “no utilice los recursos que le dio el pueblo de Quito (helicópteros, carros, motocicletas, cuarteles, combustible) en contra del propio pueblo de la capital”.

En el encuentro participaron los prefectos de Pichincha, Ramiro González (ID); de Azuay, Paúl Carrasco (ID); de Carchi, René Yandún (ID), y de Cotopaxi, César Umaginga (PK), así como los alcaldes de Cuenca, Marcelo Cabrera (ID); de Ambato, Fernando Callejas (ID), y de Cotacachi, Auki Tituaña (PK).

“Esta asamblea es para salir a las calles. No saldrán los diputados de ese recinto (Parlamento) si no le dan una solución a la crisis institucional ahora. Que sepa el coronel Gutiérrez que los matones y los garroteros que han traído de todas partes para amedrentarnos van a ser sacados a patadas porque son cobardes y porque no les tenemos miedo”, dijo Moncayo, al hacer referencia a un intento de agresión que tuvo ayer en la mañana por miembros del grupo roldosista Cero Corrupción, cuando ingresaba a Gamavisión para ser entrevistado.

El Alcalde culpó a Gutiérrez de ser el principal responsable de, a través de la CSJ, haber propiciado el retorno del ex mandatario roldosista Abdalá Bucaram. La acusación se extendió a los diputados socialistas Enrique Ayala Mora y Víctor Granda, y al prianista Carlos Vallejo.

Durante la sesión, Moncayo indicó que a las 10h30 de ayer recibió una llamada del alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot (PSC), quien le informó que todos los prefectos y alcaldes (socialcristianos) están de acuerdo en unirse “a esta gran rebelión nacional en el mismo día, a la misma hora y por la misma causa”.

Los asistentes a la Asamblea pedían que el paro de actividades decretado por Pichincha comenzara ayer mismo, pero la sugerencia no prosperó.

En respuesta a ello, Moncayo afirmó que ya “se acabaron los discursos. Es hora de salir a las calles para que el Congreso dé solución a la crisis institucional. Ni la cárcel, ni la bala van a poder contra el pueblo de Quito y del Ecuador”.

Durante su intervención, los prefectos de Pichincha y Azuay y los alcaldes de Cuenca, Ambato y Cotacachi también fustigaron al régimen y comprometieron su apoyo a la Asamblea de Quito.

La Asamblea de los pueblos del Ecuador, reunida ayer en la sede de la Conaie, pidió la salida del Primer Mandatario.

Mientras, todo el personal de Policía recibió ayer por la tarde la disposición de concentrarse en el Regimiento Quito y en las Unidades de Vigilancia Sur y Norte, informó el Departamento de Comunicación de la Policía Nacional.

Esto significa que todos los agentes policiales y oficiales de Policía debían mantenerse vigilantes en esas sedes.

El ministro de Educación, Roberto Passailaigue, anunció anoche que las clases en los colegios fiscales de Quito se suspenderán hoy y mañana.