La británica Paula Radcliffe aceleró el paso en los metros finales para llevarse  ayer la victoria en el maratón de Nueva York, con un tiempo de 2 horas, 23 minutos y 10 segundos y se tomó una revancha tras sus fracasos en los Juegos Olímpicos de Atenas, donde abandonó tanto el maratón como la final de los 10.000 metros.

La prueba masculina la obtuvo el sudafricano Hendrik Ramaala con un tiempo de 2:09:28.