La provincia tiene 570 mil habitantes que viven en el área rural, por lo que ellos exigen construcción de caminos vecinales, vías y puentes.

Si hay una obra que el candidato a la reelección por la Prefectura de Manabí, Humberto Guillem Murillo, destaca como la más representativa que se ha hecho en su periodo 2000-2004 es el tramo 1 del paso lateral de Portoviejo, que conecta hacia Crucita y la zona norte de Manabí.

Esta vía tiene 7,4 km de longitud y cuenta con asfalto, iluminación y arborización en sus parterres centrales. La obra se la ejecutó a un valor que supera los seis millones de dólares.

Guillem recalca: “Es la carretera más importante que se ha logrado construir sin haber recibido un centavo o ayuda económica del Gobierno nacional”. Sin embargo, para campesinos, transportistas y empresarios de diferentes cantones de Manabí, las vías de la provincia no han recibido mucha atención de la Prefectura ni del Ministerio de Obras Públicas (MOP).

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Raúl Murillo Viteri, dirigente de los taxistas del cantón Jipijapa, dice que hay una “gran diferencia cuando uno sale del Guayas y entra a Manabí, las carreteras en esta provincia están deterioradas y con huecos”. Ignacio Mendoza, transportista de Chone, manifiesta que por este sector “no se ha visto la mano de obra de la Prefectura”. “La carretera Chone-Flavio Alfaro está intransitable”, indica.

Guillem reconoce que no se han atendido todos los tramos viales y que el plan que presentó hace cuatro años en lo que respecta a vías fue muy ambicioso al establecer números de kilómetros en mejoramiento de caminos, puentes y construcción de carreteras.

“No se cumplió con lo prometido, se pensó ejecutar más obras viales”, dijo, aunque aclara que no todas las vías son responsabilidad de la Prefectura “ya que por ley le corresponde al Gobierno nacional, a través del MOP, las obras en redes viales primarias y secundarias”.

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“Manabí es una provincia cuyo terreno y topografía son irregulares. Hacer un kilómetro de una vía rural puede costar de 4.000  hasta  300.000 dólares”, justifica.

El funcionario, quien está con licencia, indica que por lo accidentada que es la topografía, la provincia resulta muy cara en la ejecución de obras viales.

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Explica, por ejemplo, que en una carretera de 5 kilómetros que conecta a las comunas de Los Vergeles, Flor del Salto y Aguapato se edificaron siete puentes pequeños. Cada uno costó 40.000 dólares.

No obstante, manifiesta que en su  plan de trabajo para el 2005-2009, en caso de ser reelegido, apunta a una cobertura más amplia en el aspecto vial.  Propone, además, construir 60 kilómetros de carreteras cada año, logrando 239 kilómetros en el nuevo periodo. También, los estudios para el diseño de aproximadamente 1.200 metros lineales de puentes.

“En todo Manabí se requieren hacer mil puentes (entre medianos, pequeños y grandes), si la entidad (Prefectura) tuviera los recursos necesarios para hacerlos, cubriríamos en parte las necesidades de los habitantes y comuneros del sector rural”, manifiesta.

Las críticas de algunos dirigentes barriales y transportistas también apuntan hacia que el Prefecto no concesionó la red vial, para que otras compañías se encarguen del mejoramiento y mantenimiento de la vía.

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El candidato añade que para ello “se requiere de algún estudio de prefactibilidad económica para conocer en qué condiciones se puede concesionar una vía y cuál sería el costo de la tasa”.

Expresa que hasta ahora el único tramo que está en condiciones de ser concesionado es el anillo vial Manta-Montecristi-Portoviejo.