Falleció el jueves pasado, a los 80 años. Su trabajo revolucionó la interpretación dramática e influyó en las nuevas generaciones de actores. Marlon Brando, quien revolucionó la interpretación dramática con su trabajo en las películas Un tranvía llamado deseo y Nido de ratas, y con su personaje de Vito Corleone en El padrino, murió el jueves pasado a los 80 años. Su deseo era tener un funeral privado y su familia, al parecer, tratará de cumplir la voluntad del legendario actor. Es probable que sea en Omaha (Nebraska), donde nació, y no entre las loas de Hollywood.

Brando fue aclamado como el mejor intérprete dramático de su generación, ganó dos veces el premio Oscar e influyó en figuras destacadas de la siguiente generación, como Al Pacino, Robert De Niro y Jack Nicholson.

Publicidad

“A Marlon le disgustaría muchísimo que la gente metiese la cuchara para formular comentarios acerca de su muerte”, dijo Francis Ford Coppola, que dirigió El padrino:  “Todo lo que voy a decir es que me entristece su partida”.

En Un tranvía llamado deseo, Brando encarnó el personaje brutal de Stanley Kowalski; en Nido de ratas hizo de Terry Malloy, el papel que le ganó su primer premio de la Academia, y en El padrino fue el artero Corleone, jefe de una familia de la mafia.

Publicidad

Pero Brando se negó a aceptar en 1973 el Oscar de mejor actor por su trabajo en El padrino. En lugar de asistir a la ceremonia para aceptar el premio, Brando envió a Sasheen Littlefeather, quien leyó una diatriba hacia Hollywood por su trato a los aborígenes estadounidenses.

Cambió la naturaleza misma del trabajo actoral en Estados Unidos. Egresado del Actors Studio de Nueva York, donde se enseñaba un método de actuación basado en los postulados del actor y director ruso Konstantin Stanislavsky, Brando creó un estilo escénico que electrificaba al público pese a que, en aras del naturalismo, sacrificaba el cuidado en la enunciación y en ocasiones hacía incomprensible el diálogo. Una nueva generación de actores adoptó ese estilo.

Sus primeras actuaciones en teatro fueron en obras como  I Remember Mama, A Flag is Born y Truckline Cafe, esta última dirigida por Elia Kazan. Fue este director quien le confió el papel de Kowalski en Un tranvía llamado deseo, en 1947. El primer filme de Brando fue The Men, dirigido por Stanley Kramer, en 1950. “Hollywood está dominado por el temor y el amor al dinero”, dijo una vez a un periodista. “Pero no me puede dominar porque no le temo a nada y no amo el dinero”.

En 1972, Coppola lo escogió para hacer el papel de Vito Corleone en El padrino.
“No creo que sea una película acerca de la mafia”, dijo Brando. “Creo que es acerca de la mentalidad empresarial. En cierta forma, la mafia es el mejor ejemplo de capitalismo que tenemos”. Seguidamente hizo El último tango en París, dirigida por el italiano Bernardo Bertolucci. Se casó tres veces con distintas mujeres. En total, el actor tuvo nueve hijos.