El archipiélago de Galápagos perdió su "imagen de paraíso" debido a una parálisis del turismo ocasionada por una  ocupación de los pescadores de pepino de mar, acusó Edwin Naula, director del Parque Nacional de Galápagos (PNG), en una entrevista telefónica este domingo con la AFP.
 
Unos 300 pescadores prohibieron el acceso desde el jueves a las reservas de fauna  -entre las que figuran las celebres tortugas gigantes-  para exigir la pesca libre de pepino de mar, un equinodermo muy cotizado en Asia.
 
"Esta prohibición de visitas para los extranjeros es gravísima", estimó Naula ante la negativa de los manifestantes de levantar el bloqueo hasta tanto no se fije una negociación en el lugar con el ministro ecuatoriano de Medio Ambiente, Fabián Valdiviezo.
 
El director del PNG fue contactado por teléfono en su domicilio en Puerto Ayora, sobre la isla de Santa Cruz, porque no puede acceder a su oficina en el interior del parque, ocupado por los manifestantes.
 
"Esta parálisis hace que Galápagos pierda su imagen de paraíso", agregó. El parque nacional y la estación científica Charles Darwin se encuentran en la  isla de Santa Cruz.
 
Propiedad de Ecuador desde 1832, las Galápagos son llamadas "las islas encantadas" por los marineros, debido a sus corrientes que los alejan de la  costa. 
 
Visitada por 75.000 turistas cada año, Galápagos es un archipiélago formado  por 13 islas, 17 islotes y 47 arrecifes sobre 7.964 Km. cuadrados, en pleno Oceáno Pacífico, a 960 Km. al oeste de Ecuador.
 
Las pérdidas en divisas no fueron evaluadas, "pero varios operadores de turismo ya anularon sus cruceros al archipiélago", resaltó Naula. Los turistas gastan unos cuatro millones de dólares cada año en Galápagos.
 
Ningún portavoz de los pescadores pudo ser contactado.
 
Para preservar la especie, las autoridades fijaron para 2004 la pesca de cuatro millones de pepinos de mar en un período de dos meses (junio y julio),  cupo que representa 700.000 menos que el permitido en 2003.

El pepino de mar  -una suerte de erizo oblongo de unos treinta centímetros,  muy codiciado en la cocina china por sus propiedades afrodisíacas- es recolectado en forma artesanal de las piedras a una profundidad marina de unos 30 metros.