La escritora Carmen Laforet, que se dio a conocer en 1944 tras ganar el Premio Nadal con su novela "Nada", falleció hoy en Madrid, a los 82 años de edad, a consecuencia de una enfermedad que la tenía postrada desde hacía tiempo, según informaron a EFE fuentes cercanas a la familia.
 
Laforet, escritora representativa de una generación femenina que reaccionó a los patrones paternos de la posguerra española, había nacido el 6 de septiembre de 1921 en Barcelona, aunque en 1923 se trasladó con su familia a la isla de Gran Canaria, donde vivió su infancia y adolescencia.
 
En 1939, al finalizar la guerra civil iniciada tres años antes, regresó a Barcelona donde comenzó sus estudios de Filosofía y Letras, que no llegó a finalizar, y en 1942 se trasladó a Madrid, donde inició la carrera de Derecho, que tampoco terminó.
 
En el Madrid de la postguerra escribió su primera novela, "Nada", basada en sus propias experiencias cuando había que comer pan negro y el café era sucedáneo, los coches funcionaban con gasógeno y la miseria y el hambre eran hechos cotidianos.
 
Tenía 21 años cuando publicó "Nada", que fue merecedora del Premio Nadal y elogios de escritores consagrados de aquellas fechas como Azorín y Juan Ramón Jiménez.
 
En 1946 se casó con el periodista y crítico literario Manuel Cerezales, de quién se separó en los años 70 y con el que tuvo cinco hijos, dos de ellos -Cristina y Agustín- también escritores.
 
Su segunda novela, "La isla y los demonios", apareció en 1950 y cinco años después conseguía los premios Nacional de Literatura y Menorca con "La mujer nueva".
 
En 1963, Carmen Laforet publicó "La insolación", primer volumen de una trilogía que cerró en 1967 y tituló "Tres pasos fuera del tiempo", que se completó con "Mis mejores páginas" y "Paralelo 35".
 
Autora de cuentos y relatos, como "La llamada" (1954) o "La niña y otros relatos" (1970); de ensayos como "Gran Canaria" (1961) o "Mi primer viaje a USA" (1981), y de reportajes y artículos, Carmen Laforet ha vivido apartada de la escritura en las dos últimas décadas, aunque llegó a ser candidata al Príncipe de Asturias de las Letras en 2002.
 
El motivo de este alejamiento fue una enfermedad degenerativa que afectó a su memoria.
 
En 2003, su hija Cristina Cerezales publicó "Puedo contar contigo", que contiene la relación epistolar entre su madre y el escritor Ramón J. Sender -exiliado gran parte de su vida en Estados Unidos- un total de 76 cartas en las que la escritora desvela su silencio literario y su necesidad de intimidad, que después cristalizó en un distanciamiento paulatino de la vida pública.