Usuriaga, de 37 años, quien brilló en los clubes Atlético Nacional, en 1989, e Independiente, de Argentina en 1994, fue sepultado en el cementerio Metropolitano del Sur, de Cali (515 km al suroeste de Bogotá), en una multitudinaria ceremonia a la que acudieron figuras del balompié local y cientos de aficionados del América, de Cali, en el que actuó entre 1990 y 1993.
El cuerpo del Palomo fue velado en la Arquidiócesis de Cali y luego fue llevado al cementerio en medio de una nutrida caravana de hinchas.
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