Aunque existe una educación auspiciada por el Estado, la mayor parte de la población zápara es analfabeta, “casi ninguno de ellos sabe leer ni escribir ni en zápara ni en castellano, porque su educación ha sido oral”, refiere el lingüista Carlos Andrade.

Tradicionalmente  la lengua zápara siempre se enseñará de forma oral, de ahí que el diccionario está destinado, sobre todo, indica Andrade, hacia los profesores de la zona, “que generalmente hablan quichua y aún no han llegado a entender la importancia del proyecto de revitalización de la lengua, para que sea una guía didáctica, para enseñar el zápara dentro de la educación formal, ya que actualmente se lo hace de una manera descolarizada, son los viejos quienes llevan los niños a sus casas y les cuentan cosas”.

Como se ha indicado, el diccionario no es solo un listado de palabras, sino que van acompañadas de su historia y mitos. Por eso, según Carlos Andrade, la importancia de impartir talleres a los maestros sobre el buen uso de este libro.

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