Dr. Eduardo Santillán
Ph.D. Neuropsiquiatra-Terapeuta

Es el segundo trastorno de la alimentación. La característica primordial de esta enfermedad es que la persona sufre episodios de atracones compulsivos (come muy arrebatada, en gran cantidad y rápidamente), la preocupación que tiene la persona que no desea aumentar de peso, conduce hacia conductas compensatorias de control para evitar dicho incremento de peso, se presenta inmediatamente un gran sentimiento de culpabilidad y sensación de pérdida de control.

Estas pacientes, utilizan diferentes medios para intentar subsanar los atracones, siendo el más habitual la provocación del vómito; otras conductas son: uso excesivo de laxantes o de diuréticos, el ayuno y ejercicio físico muy intenso. Todas estas conductas son efectuadas con el fin de no incrementar el peso corporal. Los efectos inmediatos de vomitar consisten en la desaparición del malestar físico que se sufre y la disminución del miedo a ganar peso. En forma usual y frecuente, estos pacientes desarrollan un modelo alimentario cíclico caracterizado por abstenerse de ingerir alimentos en las primeras horas del día y comer excesivamente, seguido de conductas purgativas por la tarde o la noche. Al día siguiente, los sentimientos de culpa los llevan a reforzar la abstinencia de alimentarse, con la repetición del ciclo antes descrito. Este tipo de pacientes en muchas ocasiones presentan conductas de abuso de alcohol o drogas junto con la bulimia.

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El tratamiento interdisciplinario de la bulimia tiene muchas similitudes con el de la anorexia, aunque es en el factor psicoterapéutico donde se presentan las mayores diferencias... (O)