El inicio a clases está cerca. Desde el lunes 3 hasta el 10 de septiembre se desarrollará el ingreso escalonado a clases para las regiones Sierra y Amazonía. A tan solo 3 días, es importante precautelar la salud de los niños, y una de esas necesidades es enviar a los escolares debidamente desparasitados.

¿Por qué razón?

Los parásitos afectan al crecimiento físico, desarrollo cognitivo y capacidad de atención del estudiante, detalla el director médico de Laboratorios Bagó, Gregory Celis, quien afirma que este procedimiento debería ser una práctica. “Les ayudará a mejorar su calidad de vida y rendimiento escolar”, señala.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los parásitos afectan a alrededor de 2.000 millones de personas en el mundo y la mayoría son de tipo intestinal.

“La parasitosis es la invasión de un agente externo al individuo, siendo los más comunes los de tipo intestinal, seguido por los que se encuentran en cuero cabelludo y, finalmente, los de las uñas, piel e incluso los ojos”, explica Celis.

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¿Cuáles son los síntomas de la parasitosis?

  • Notable cansancio.
  • Dolor de estómago de leve a severo.
  • Presencia de diarrea, acompañado de constante picor en el ano.
  • Vómito.
  • Alergia reflejada con zonas rojizas en la piel o presencia de urticaria.
  • Pérdida de apetito.
  • Rechinar los dientes mientras el niño duerme.

¿Cómo se adquieren los parásitos?

Por lo general los parásitos se adquieren cuando existen malos hábitos de higiene. Por ejemplo:

  • No lavar de manera adecuada los alimentos que se consume. 
  • No cocinar los alimentos en el tiempo adecuado, tal es el caso de las carnes rojas, en especial la de cerdo.
  • No lavarse las manos al salir del baño.
  • Consumir agua contaminada.

¿Cómo desparasitar al niño?

El doctor Celis aconseja realizarlo cada vez que se considere necesario y cuando se detecta que la persona tenga parásitos, aunque indica que comúnmente es cada seis meses. "Esto se llega a conocer dependiendo de los síntomas, y bajo el criterio de un médico”, señala. 

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Además, menciona que en el caso de los niños, es esencial que el tratamiento sea recetado por un pediatra, en función del peso y estatura. "De este modo la dosis será la correcta, evitando casos de sobredosis que pueden recaer en efectos indeseables muy serios y graves", explica. 

Asimismo, sugiere que toda la familia sea desparasitada al mismo tiempo, a fin de evitar el contagio. "Cuando un miembro está con parásitos, el contacto con otros miembros de la familia a través del tacto, besos o el compartir utensilios de cocina favorecen las condiciones de transmisión”, apuntó.

Otra de las recomendaciones al momento de desparasitar a un menor es llevar una dieta ligera, evitando gran cantidad de líquidos, alimentos grasos o especias.

En el caso de los adultos, consumir alcohol durante la medicación puede provocar enrojecimiento en la piel, e incluso puede generar convulsiones, que en ciertos casos pueden derivar en daño cerebral.

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Tipos de parásitos intestinales

Los parásitos también son conocidos como gusanos: redondos y planos. Los más frecuentes son la ascariasis, los oxiuros y la tenia.

  • Ascariasis: Se trata de un gusano redondo que se adquiere cuando la persona consume alimentos contaminados con huevos de este parásito. Pueden llegar a obstruir el intestino.
  • Oxiuros: Este tipo de gusanos son contagiados con las ingesta de huevecillos, los cuales se alojan en el intestino grueso. "Cuando salen al exterior lo hacen en la noche, la hembra pone los huevos en la piel que rodea el ano", explica Celis.
  • Tenia: Son los planos que pueden llegar a medir de 3 hasta 4 metros, en promedio. Su principal característica es que tiene la capacidad de reproducir un nuevo gusano cuando se divide. (I)