Al dar, me abro a mi propósito más elevado.

Dar
La oración de San Francisco nos dice: “Porque es dando que recibimos…”. El simple acto de compartir abre mi corazón, creando una conciencia del enlace energético que existe entre esa persona y yo.

Todo lo viviente está vinculado por medio de la totalidad que es el Espíritu. El dióxido de carbono que las plantas necesitan para sobrevivir es creado en mí, mientras que el oxígeno que yo necesito proviene de las plantas.

Publicidad

Hoy miro a mi alrededor y me permito apreciar todas las maneras como contribuyo al mundo, y me doy cuenta de todo lo que el mundo me da a cambio. Al dar, tomo parte en el fluir divino de la vida. Mientras más doy, más recibo, y expreso mi divinidad de maneras más amplias.

Proverbios 18:16
Los obsequios te allanan el camino y te llevan ante grandes potentados. (F)