Aunque resulta extraño decir que un idioma pueda ser el más rápido de todos, pero el español sí lo es. La rapidez de un idioma se basa en la cantidad de sílabas que un hablante medio es capaz de pronunciar por segundo. A mayor número de sílabas, más rápida será dicha lengua.

La velocidad del discurso, que es la medida de la cantidad de sílabas habladas por segundo, y la densidad de la información, es decir, la cantidad de información que se codifica en un segundo son los factores considerados.

Inglés

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El inglés, así como el alemán, tiene una rapidez de casi 0,7 sílabas por segundo, pero tiene una densidad de información de aproximadamente 9. Por lo tanto, se considera de velocidad media en comparación con otros idiomas.

Italiano

El italiano tiene un ritmo de 0,8 sílabas por segundo y una densidad de aproximadamente 7. A diferencia de lo que se piensa, el italiano es una lengua muy rápida, tal vez es por su musicalidad que parece más lenta.

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Chino mandarín

El chino mandarín es el idioma más hablado en China y en todo el mundo. Su ritmo silábico es bastante bajo, aproximadamente 0,6 sílabas por segundo, pero su densidad de información es de aproximadamente 9,5. Por lo tanto, es uno de los idiomas más densos en informaciones, pero no el más rápido. De hecho, se considera uno de los más lentos del mundo.

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Japonés

El japonés tiene una velocidad de casi una sílaba por segundo y una densidad de información de aproximadamente 5. Por lo tanto, tiene la densidad más baja de todos los idiomas considerados hasta ahora, y esto, juntos son su alta tasa silábica, lo convierte en uno de los idiomas más rápidos del mundo.

Español

Tiene una rapidez de 1 sílaba por segundo y una densidad de información de aproximadamente 6,5.

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Esto significa que presenta una alta concentración de sílabas en un corto período de tiempo En español entonces, una sola sílaba contribuye a una fracción del significado de la frase que la contiene, y por lo tanto es necesario pronunciar muchas más sílabas en un corto período de tiempo.

El español junto al japonés son los idioma más rápidos; y el más lento es el mandarín, seguido muy de cerca por el alemán. (F)