Perú se ha caracterizado por conservar los vestigios arquitectónicos de diversas culturas que se asentaron a lo largo de su territorio y que lo han convertido en un destino turístico para los exploradores que desean descubrir, en medio de recorridos llenos de historia, escenarios mágicos.

El Santuario Histórico de Machu Picchu (Montaña Vieja), a 112,5 km al noroeste del Cusco, en Urubamba, es la ciudadela inca más reconocida a nivel mundial. Está rodeada de templos, andenes y canales de agua. Declarada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, este sitio estuvo interconectado con todo el imperio inca a través de Qhapac Ñan, ruta conocida como los caminos del inca.

Construido en las faldas de la Cordillera de los Andes se sitúa el Complejo Chavín de Huántar. La Pirámide Tello, la Plaza Circular, la Plaza Rectagular, las Plataformas Norte y Sur Norte, Templo Nuevo y Templo Viejo son sus edificaciones más importantes.

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En la región de Ica, en los Valles de Palpa y Nasca, están las líneas y geoglifos de Nasca, que destaca por estar compuestas por figuras geométricas, zoomorfas y fitomorfas, que se extienden sobre una superficie de 750 km². Para llegar hasta el sitio puede trasladarse en buses turísticos desde Lima, Piura y el Cusco.

A 3.000 metros sobre el nivel del mar se mantiene el Complejo Arqueológico de Kuélap también conocida como Fortaleza de Kuélap. Perteneciente a la cultura preinca Chachapoyas, la milenaria ciudad entre las nubes está situada en la cima de los andes amazónicos nororietales del Perú.

Esta selva montañosa sirvió como defensa contra rebeldes étnicos y solo tiene tres ingresos, todos en forma de callejones estrechos y amurallados.

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Otro destino por recorrer es la Ciudad Sagrada de Caral, a tres horas y media de Lima, en bus. Este complejo representa el origen de la cultura andina y es la civilización más antigua de América. Con más de 5.000 años de historia, Caral está formado de construcciones, entre ellas seis pirámides y plazas circulares. Aquí se hallaron flautas hechas a base de hueso de cóndor y pelícano. (I)