¿Si no es ahora cuándo?, era la pregunta que decenas de personas leían el pasado sábado en la explanada de La Bota (Malecón del Salado). El letrero estaba cerca de una gran alfombra de colores, la novedad de esta era que estaba hecha con miles de tapillas de envases de plástico.

El artilugio había sido elaborado por la Fundación Mingas por el mar y era parte de la feria AYNI, un programa que –según su directora, Cecilia Torres– buscaba crear conciencia sobre el daño al medio ambiente.

María Contreras y sus hijos Adrián (5) y Melina (7) se mostraron entusiasmados cuando observaron que un hombre, con la ayuda de tres bloques y una fuente de electricidad, partía una botella en dos para formar un vaso. Este artista plástico, a quien no le gusta que le llamen por otro nombre que no sea el de Reciclador del mundo, gusta de trabajar con materiales que muchos podrían considerar desechos.

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Mostró ante por lo menos una veintena de personas cómo se podía hacer un vaso con botellas. Un crujido indicaba que la botella estaba lista para ser desprendida. “Es increíble poder aprender cada día más que se pueden hacer nuevas cosas con lo que otros desechan, también nos enseñan a cuidar el ambiente”, dijo Reynaldo Plaza. Con su esposa y tres hijos habían ido a pasear al malecón y de repente se toparon con la feria y decidieron quedarse.

A la feria AYNI se sumaron diversos emprendimientos y propuestas artísticas, entre ellos la música, las manualidades con reciclaje, las muestras fotográficas, la literatura, la moda, el yoga. La gastronomía de sal y dulce fue otra de las estaciones que el público visitó

Una de las actividades que más disfrutaron Carmen Intriago, Mariela Rosado y Julieta Arteaga fueron los avistamientos de aves endémicas. A partir de las 17:40 empezaron los recorridos por los alrededores del malecón, en especial por las zonas donde se encontraba el manglar. Observaron especies como la gallareta común, garceta nívea, andarríos coleador. (I)