“La cortesía ha sido definida, algo cínicamente, como un artificio de las personas inteligentes para mantener a cierta distancia a los necios”, esa frase de Ralph Waldo Emerson calza a la perfección con uno de los temas más controvertidos del mundo laboral: los que entran y salen del trabajo sin saludar.

¿Por qué estamos rodeados de gente que no saluda? Si bien, en el mundo hay gente despistada y otros muy tímidos o menos sociables también existe la gente pesada. No saludan simplemente porque no quieren. Aunque hayan compartido contigo, quizás más de una vez, se creen demasiado superiores como para decir buenos días o un hola.

El neuropsicólogo clínico Eduardo Santillán Sosa menciona que generalmente las desatenciones de los compañeros de trabajo se deben a dos factores o uno de dos: mala educación y/o complejos.

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La mala educación es otorgada por un ambiente residencial donde se crió y creció en años, adquiriendo malas costumbres generalmente constituidas por imitar a las figuras familiares de su entorno espacial.

En el caso de las personas acomplejadas, muchas de ellas padecen una gran timidez que les impide tener la decisión y energía psíquica para poder responder al saludo. En otros casos se trata de personas arrogantes, petulantes, desdeñosas hacia los demás que se sienten superiores aparentemente (lo cual en realidad esconde un complejo de inferioridad pero de otras características), su forma de encubrir su sentimiento de disminución es mostrarse hoscas y inabordables. Si conoces a individuos así sigue saludando aunque nadie o pocos te saluden. Así te convertirás en un agente de desarrollo cultural y del buen vivir.

Enseñarás mediante la ejemplificación en acción. Lo cortés no quita lo valiente. (F)