Preocupado porque las tradiciones y expresiones de identidad popular no se pierdan y consecuente con el pedido de nuestros lectores para que los jocosos testamentos no caigan en el olvido, publicamos la siguiente colaboración literaria del escritor esmeraldeño, abogado Julio Micolta Cuero, quien se suma al deseo de mantener vigente aquellas creaciones líricas que están identificadas con el folclore actual.

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El Viejo 2014 le da a Juan Pueblo el reporte:

Soy el Año que se va hoy diciembre treintaiuno cuando resulta oportuno que estire la pata ¡ya! Es mi destino y está predestinado el momento, y con mi último aliento en desvaríos fiesteros, convoco a mis herederos a acoger mi testamento.

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Hoy, el Diario EL UNIVERSO, Juan Pueblo a ti te convoca a recrearte la boca con el humor de mi verso. Llamo a un notario no adverso a mi modo de pensar, por lo que voy a testar de mi baúl fabuloso, quiero a Domingo Corozo un escribano estelar.

Me marcho, este mismo día me vuelvo ceniza y humo, quiero decir que me esfumo, se agota la vida mía. La visión se me extravía mientras miro de entrecejo, y me vuelvo el Año Viejo que en esta obra de arte sus cambalaches reparte con el chiste de aparejo.

Tengo el diagnóstico clínico del tiempo mi conductor que se asemeja a un doctor con el baja lengua lírico. Quiero que no panda el cúnico cuando he llegado a mi fin convertido en chapulín lenguaraz y desbocado, y de paso colorado convocando a este festín.

Me voy, me voy, lo repito y comienzo con Obama a dejarle en mi proclama lo que ahora mismo indico. ¡Qué buena cosa, oye chico! haz hecho en este mes, al liberar a los tres que a la paz le pone ahínco, porque en casa están los cinco y el bloqueo cede pues.

Notario escriba, anote con letra clara y sin fintas, sin andar con medias tintas mi legado mucho lote. Ahora me duele el cogote, delira ya mi persona agonizando en la zona accidental de candela, donde siento que una espuela se le clavó a Barcelona.

Yo le dejo a su merced la corona de campeón, regalo de la afición para el equipo Emelec. Denme agua, tengo sed pero me sobra valor, si me escuchan por favor después de sentir un ¡ay! que un solo ídolo hay en mi patria el Ecuador.

Se cabreó toda la hinchada del equipo de la esquina y me lanzan gasolina por mi tremenda charada. No aguantan la vacilada de este Viejo guapetón que se va para el panteón a jugar con Chespirito, pero les deja lo rico de mi humorística acción.

Hago uso de mi léxico que justamente intermedia y condena la tragedia de los hermanos de México. Lo sucedido es tan tétrico con fondos espeluznantes: cuarenta y tres estudiantes sumidos en la desgracia por esa maldita mafia, caterva de traficantes.

10 Dejo el fuego del averno como ruinosa sentencia para que esa delincuencia se consuma en el infierno. Se le hace daño a lo tierno: al niño , al adolescente, comportamiento indecente que entre lágrimas me ahoga, por eso al que vende droga le dejo la paila ardiente.

11 ¡Ayayay me está doliendo el sector de la rodilla y también la rabadilla, mi final lo estoy sintiendo! A mi viuda no la entiendo, el verso me sale cojo al verla vestir de rojo, vivaracha y altanera, chequeándome la cartera¡escribano, mucho ojo!

12 Dejo la humildad más rica coronada de renombre y la representa un hombre, el presidente Mujica. Un ciudadano le indica a todo este planeta que el capital, la peseta no serán más importantes que amarse entre semejantes, así lo dice un profeta.

13 Dejo en camino la paz para acabar la rencilla pactando con la guerrilla en aras de nueva faz. Esto amerita que un haz de estrellas de mil colores deje afuera los rencores y se logre allá en La Habana que en la tierra colombiana se cambien armas por flores.

14 En este estado senil me he vuelto cuasi romántico al legar en este cántico las aromas del pensil. Pero para nada gil aunque me crea mi viuda mandarina cascaruda, monigote pelucón, le aporto gran diversión a la gallada sesuda.

15 Algo me afecta ahora mismo y me llena de despecho, es decir me duele el pecho por los actos de racismo. Una falta de humanismo me alborota en la agonía al ver la gendarmería apuntar con fiera mano al pueblo afroamericano en una actitud sombría.

16 Le dejo una penitencia de censura ciudadana a la CIA americana por sus actos de demencia. Eso no es inteligencia recurrir a lo brutal, es terrorismo estatal cuyos actos son malsanos y a los derechos humanos les dan un giro anormal.

17 Ya me metí por las puras en camisa de once varas con riesgo a que pela caras me sometan a torturas. Pero ya a estas alturas si me remecen el toldo les voy a dejar el polvo y después de tanta tuca les dejaré dando yuca aún desde mi rescoldo.

18 Dejo votos de hermandad en mi último segundo de vida, sobre este mundo debe reinar la igualdad. Asimismo la equidad de género la resalto para que brille en lo alto la paridad a placer entre el hombre y la mujer sin riña ni sobresalto.

19 Tráiganme a un sacerdote que me estoy volviendo añico y si es el papa Francisco, que con su mano me toque. He sufrido hasta el azote del ébola tan letal, pero dejo fe total para la gente africana, que confíe en que mañana se va a librar de ese mal.

20 Bajó el precio del petróleo el cinturón se aprieta, la economía se agrieta y en la mesa merma el óleo. Sube de costo el linóleo se alteran los presupuestos, ya se preparan impuestos al cigarrillo y su garra, a la comida chatarra, entre otros manifiestos.

21 Pero lo que nunca baja y equilibra la balanza será siempre la esperanza que en el optimismo encaja. Este Viejo se baraja, que me quede no es posible, si me lanzan combustible mientras al pueblo le escribo dejando lo que concibo como caudal digerible.

22 Llamo ahora a una criatura aquí a mi aposento para que en el testamento tenga vuelo y cobertura. Me refiero a la cultura un diamantino tesoro, a la que nunca Santoro le ha concedido importancia, le dejo a ella constancia de cuánto yo la valoro.

23 Quémenlo, quémenlo al bribón están gritando allá afuera y que peine calavera ya cumplida mi misión. Pues para nada ese son acompasa con mi canto, la viuda sumida en llanto lloriquea sin sigilo lágrimas de cocodrilo, hay un ardor que no aguanto.

24 A la cola los políticos que para ellos también les daré a cada quien mis cachivaches más críticos. En estos cantos artísticos les dejo un legado airoso: que a este país hermoso lo conduzcan a un proceso de verdadero progreso y al buen vivir decoroso.

25 Alguien soba mis espaldas de manera lambiscona el notario se emociona con las rojas minifaldas. A la gente de Esmeraldas la inundo en las emociones con ciento treinta millones cantidad considerable para que el agua potable la colme de bendiciones.

26 Mi suegra come candela y hacia la hoguera me empuja con una escoba de bruja que en mi entorno sobrevuela. Se apagó la chulla vela que alumbraba mi velorio, y ahora mi vejestorio está metido en problema porque me llega la quema al fin de mi repertorio.

27 Los minutos en rebaños y sumados los segundos me llevan a los profundos análisis nada huraños. A Roberto Gómez Bolaños, el cómico, el artista le dejo sobre esta pista su recuerdo extraordinario y en el cielo un escenario como elevada conquista.

28 Ya me levantan en vilo, no me gusta este detalle, me tiran a media calle mi vida pende de un hilo. No tengo chance al asilo, ni a rosa ni al girasol, estoy oliendo a formol, el notario ni pendejo ya se alejó de este Viejo después de cumplir su rol.

29 Un hasta aquí me han marcado con una sola elección, cumplir con la tradición del soberano legado. Pero dejo posdatado mi más inmenso deseo: de enterrar todo lo feo que le hace daño al planeta para que otra silueta sea el colectivo trofeo.

30 Como me falta la yapa ya casi en la hora cero aspiro a que en el sendero para todos haya papa. Casi nada se me escapa en mi caudaloso aporte, yo el Viejo dos mil catorce declaro haber repartido todo el humor encendido para orientar un buen norte.

31 Mejor dicho me barajo y le dejo mi caleta a mi viuda tan coqueta en esta herencia a destajo. Ninguna carta debajo Juan Pueblo te dejo a vos, aquí no cabemos dos ya cumplida mi función, partida de defunción, obtengo al decirte: ¡Adiós!

Julio Micolta Cuero
(Poeta y escritor esmeraldeño)