Cuando en 2014 se convirtió en el chef del restaurante parisino Plaza Athénée, del afamado Alain Ducasse, la crítica denigró su cocina natural, que apartaba además de la carta un producto tradicionalmente ineludible, la carne. Ahora, con tres estrellas Michelin bajo el brazo, Romain Meder deplora la fiebre de puntuarlo todo.