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La abogada quiteña desapareció dentro de una escuela de formación de la Policía Nacional.
Vinculados en la desaparición y muerte de la abogada quiteña esperan decisión en la Corte Provincial de Pichincha.
Abogado defensor de la familia Bernal aseguró que el sentenciado ya no quiso cambiar el tipo de delito por el que fue imputado.
La sentencia de primera instancia sentenció a Germán Cáceres a 34 años y 8 meses de prisión.
Habrá una concentración en la Plaza Argentina, cerca a la Corte Provincial de Justicia de Pichincha.
La audiencia fue diferida para el 26 de febrero. A la familia de Bernal la representará ahora Galo Quiñones junto con Juan Pablo Albán.
Según un documento oficial, la Corte aceptó la excusa de uno de los defensores de Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal.
El bien inmueble fue presentado como garantía de un crédito en el Isspol que se le otorgó al exteniente.
La mujer estuvo cerca de cuatro meses en prisión, cuando fue desvinculada del caso.
Colectivos feministas y grupos de diferentes sectores se sumaron a la marcha que llegó hasta la Comandancia de Policía.
20 cadetes fueron sancionados mientras se investigaba la desaparición de la abogada quiteña.
El autor del delito recibió una sentencia de primera instancia de 34 años y 8 meses de cárcel.
Germán Cáceres, esposo de Bernal, fue encontrado culpable como autor material de femicidio y condenado a más de 34 años de cárcel.
El caso de la muerte de la abogada quiteña pasó etapa de apelación en la Corte Provincial de Pichincha.
En instancia de apelación consiguieron que la abuela tenga la tutela legal de Isaac.
Cáceres fue sentenciado a 34 años y 8 meses de prisión por el femicidio de su esposa.
Elizabeth Otavalo, madre de Bernal, obtuvo la patria potestad de su nieto, Isaac.
Desde este martes, hay tres días de plazo que tienen las partes procesales para presentar un recurso de apelación.
La madre de la víctima también denunció agresiones de parte de la familia del oficial de policía.
Al exoficial, esposo de la abogada, se le impuso una pena de más de 34 años de cárcel, mientras que Alfonso C. fue declarado inocente.