El 26 de diciembre de 2023 este Diario publicó datos estadísticos revelados en un informe de la Defensoría del Pueblo que duelen e indignan: en cinco años se presentaron en la Fiscalía 52.051 denuncias de violencia sexual de las que a la fecha solo 2.161 habían recibido sentencia.

Esta semana dos nuevos casos se hicieron mediáticos: una joven afirma haber sido violentada por sus compañeros de estudios en un viaje al exterior, según su abogado defensor, y en Cuenca la Fiscalía investiga un caso que involucra a dos empleados municipales que el alcalde anunció ha separado de la institución mientras se resuelve el tema por la vía judicial.

Una segunda adolescente habría sido abusada sexualmente en el mismo viaje de alumnos de colegio de Guayaquil

El sistema de justicia señalado en el caso Purga se apunta en las denuncias de violencia sexual otra deuda con la sociedad ecuatoriana. De los casos con sentencia en 870 hubo sobreseimiento y en 589, inocencia.

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Es legítimo que el poder judicial investigue y sentencie, pero ¿cuánta duda pueden generar jueces y servidores judiciales investigados por el presunto delito de delincuencia organizada relacionado con la Función Judicial?

Dos funcionarios del Municipio de Cuenca investigados por presunto acoso sexual

El sistema judicial debe depurarse con urgencia para recuperar la confianza de la ciudadanía, mas, también actuar con diligencia en la resolución de los casos.

La violencia sexual no es admitida en ningún grupo etario. Los casos mediáticos y los denunciados no son los únicos. Niños, niñas, mujeres, personas de todo género callan en muchos casos por miedo o desconfianza en la justicia.

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La sociedad no puede mirar impávida que se repitan violaciones, acoso y otros delitos. Los jueces tienen la obligación de investigar y dictar sentencias, hacer cumplir las leyes, que se respeten los derechos y no gane la violencia en ningún aspecto.

Ecuador está ante el desafío de depurar el sistema judicial y los no contaminados demostrar que se puede actuar con providad y en el caso de la lacra de la violencia sexual actuar con celeridad para que la injusticia no sea una vía de revictimización constante. (O)