El 16 de noviembre el Ecuador no irá a una elección unipersonal ni pluripersonal, pero un 76 % de los 137 asambleístas del país decidió solicitar licencia y encargar a sus suplentes la responsabilidad de la legislación para ellos privilegiar la responsabilidad política-partidista de la campaña del referéndum y consulta popular.

La función de legislar y fiscalizar de los asambleístas principales posesionados en mayo pasado ha quedado de lado, al menos, hasta este 13 de noviembre que concluye el periodo oficial de proselitismo. Hoy se los observa en redes sociales, foros, recorridos promoviendo el sí y el no, según la postura del grupo político al que pertenecen.

Asamblea Nacional deja pendientes tres resoluciones para después de la campaña electoral

Mientras, la ausencia de más de dos terceras partes de asambleístas afecta la actividad en el pleno de la Asamblea Nacional y las comisiones especializadas permanentes. Desde que se inició la campaña electoral el 1 de noviembre solo se registró una sesión plenaria el 7 de noviembre con el objetivo de conocer y autorizar la licencia al presidente Daniel Noboa para dedicarse a su campaña por el sí. Ninguna de las 15 comisiones especializadas ha sesionado desde que comenzó el mes.

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Únicamente, el 5 de noviembre se registró el llamado a una reunión de la comisión calificadora de la iniciativa popular normativa del proyecto de ley para la regulación integral del uso responsable del cannabis en Ecuador, pero se aplazó la aprobación del informe para después de las elecciones.

Estos alternos reemplazarían a Annabella Azín y a Niels Olsen de concretarse sus candidaturas para una eventual constituyente

La Asamblea Nacional es una de las instituciones del Estado que garantiza el equilibrio de poderes con la fiscalización y creación de leyes. Si bien la licencia es un recurso legal, es oportuno abrir un debate en torno al deber público de legislar y el interés partidista, independientemente de que esta no sea una elección pluripersonal, que sí vendrá posteriormente de ganar el sí. Y precisamente en el referéndum hay una pregunta que alude directamente al número de asambleístas. El servicio público exige presencia y la ciudadanía lo evalúa permanentemente. A futuro ese es otro debate por tener en cuenta en el campo político: ¿legislar o hacer campaña? (O)