El fin de semana, el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio por iniciado el curso para ir a un referéndum el próximo 16 de noviembre para que la población se pronuncie sobre dos preguntas de reforma parcial a la Constitución. Sin embargo, la noche del domingo, la Corte Constitucional (CC) emitió un dictamen de vía para la convocatoria a una consulta para una asamblea constituyente. El CNE informó que falta el pronunciamiento del CC sobre la convocatoria para continuar ese proceso.
De momento, el presupuesto del referéndum fue establecido en $ 59’783.375,08 y el padrón electoral es de 13’938.724 votantes.
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Analistas políticos y constitucionales revisan las condiciones de la propuesta del Decreto 153, con dictamen de vía, incluidos los estatutos, y surge la preocupación por los requisitos para convertirse en asambleísta constitucional, que –de acuerdo al documento– serán los mismos que rigen hoy para asambleístas legislativos.
La Corte Constitucional ha dicho que el planteamiento del presidente Daniel Noboa de una asamblea constituyente es viable, pero hasta la tarde de este lunes no calificaba el contenido de considerandos, pregunta y estatuto.
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En un tema de trascendencia, como la redacción de una carta magna, los movimientos y partidos políticos así como los ciudadanos tendrán una altísima responsabilidad para no repetir en integración lo que cuestionan.
Sin duda la definición de candidatos merece un análisis más allá de las popularidades o afectos entre los líderes de los movimientos o partidos. Puede sonar utópico, pero es una obligación ciudadana exigir que se tome con absoluta seriedad la materia, independientemente de los requisitos que se aprueben.
A juzgar por la fecha de consulta y los plazos, la idea es consultar sobre una asamblea constituyente en menos de dos meses, y de la respuesta de la ciudadanía dependerá volver a las urnas para elegirla y posteriormente validar el texto. Todos los procesos electorales hacen responsables del futuro a los actores políticos y a la sociedad. (O)