El Día internacional de la Igualdad Salarial se seguirá conmemorando cada 18 de septiembre para recordar la importancia de equiparar el pago por un trabajo de igual valor a todas las personas, hasta que se logre.
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contemplados en la Agenda 2030 se incluyó entre las prioridades la igualdad de género que contempla la promoción del crecimiento económico y generación de empleo con equidad salarial para hombres, mujeres, jóvenes y personas con discapacidad. Una declaración de Achim Steiner, jefe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a AFP confirma las pocas esperanzas de lograr esta y otras metas establecidas en 2015.
Con un informe de evaluación desalentador conocido en julio pasado sobre los 17 ODS, hoy lunes se intentará un nuevo compromiso de líderes mundiales en la cumbre de apertura de la Asamblea General anual de la ONU para ‘actuar con urgencia’.
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Es cierto que el COVID-19 mató a miles y detuvo el desarrollo de las economías, pero estas se seguirán viendo afectadas en la medida en que el crecimiento sea desigual. En marzo pasado se publicó en la página de la Cámara de Comercio de Quito que, aunque Ecuador ha avanzado en la lucha contra la discriminación, las mujeres ganan en promedio 20 % menos que los hombres en un mismo puesto de trabajo. Refiere estimaciones de Adecco Ecuador. Hay excepciones que más que en políticas estatales tienen origen en los principios de las empresas privadas.
Los sectores público y privado tienen responsabilidad compartida en el hecho de que se mantenga la brecha salarial. Se requiere de legislación clara y justa. Y el efecto no solo es social, también es de producción porque mejorará en la medida de que todos se sientan valorados.
Hay gremios que han logrado una tabla salarial que regula el mercado, pero tampoco ha sido una solución porque no contempla el crecimiento profesional. Las políticas laborales deben observarse en pro del desarrollo del país. (O)