Con el asesinato de Miguel Ángel Nazareno no se cierra la historia de operadoras ilegales de dinero en Ecuador. Big Money, operada por él desde Quevedo, Los Ríos, salió a la luz hace un año. En abril de 2022 se conoció del Grupo Renacer, que ofrecía a sus ‘inversionistas’ altos intereses de retorno. Hubo allanamientos y detenciones para investigaciones en Pichincha y Guayas.

El mayor número de causas por captación ilegal de dinero se localiza en las provincias de Cañar (27 %), Pichincha (25 %) y Loja (9 %), según un informe realizado con el apoyo del Departamento Contra la Delincuencia Organizada Transnacional de la Organización de Estados Americanos, y la Unidad de Análisis Financiero y Económico advierte que este delito es una amenaza para el sector de microfinanzas.

El nivel de riesgo es “medio alto”. Siendo el sector que provee de servicios financieros a personas de bajos ingresos y microempresas, el país no puede darse el lujo de mirar a otro lado en plena etapa de reactivación pos-COVID. Expertos creen que una forma de prevenir los riesgos para las microfinanzas es la formalización de entidades como cooperativas.

Publicidad

El control es otro mecanismo. La ciudadanía debe eludir la tentación de ‘invertir’ en entes que ofrecen intereses por encima de los oficiales –hasta 90 %–.

La Superintendencia de Bancos publicó en Twitter, el 3 de junio, una lista de 21 entidades, detectadas este año, que sin estar autorizadas gestionan productos crediticios fuera de los parámetros establecidos por el órgano de control y podrían poner en riesgo el capital de ciudadanos.

En el catastro de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria constan 93 entidades no autorizadas.

Publicidad

En los casos Big Money y Renacer hubo involucrados supuestos miembros de Fuerzas Armadas y Policía, por la reputación institucional es sano que las investigaciones determinen responsabilidades y la justicia actúe. Con la misma vara se debe medir a otras organizaciones que se mueven fuera de la ley amenazando la economía. (O)