Los países, igual que las personas o empresas, caminan si logran concretar un mayor porcentaje de intenciones y acciones positivas, que el impacto que sufren de inevitables factores negativos. Y eso pasa en el Ecuador de hoy, hay las dos tendencias y deberemos evaluar sobre la marcha hacia dónde se inclina la balanza, para lograr un objetivo fundamental como es crecer (en tendencia desde el 2022) al 5 % anual, única manera de crear empleos y disminuir la pobreza.

¿Positivo?:

Obviamente el extraordinario plan de vacunación. No se puede dejar que la gente piense “bueno, pero eso era lo evidente” o “ya pasó, ¿y ahora?”. Hay que mantener vivo lo difícil y positivo que ha sido.

El efecto Lasso, que no solo es evidente a nivel nacional, sino hacia afuera: a Ecuador se lo ve de otra manera… Pero no hay que engolosinarse, ese tipo de efectos se puede perder. Sin duda tiene la virtud de poder atraer inversiones diversas.

El precio del petróleo ecuatoriano supera los $ 70 y el promedio del año será $ 30 superior al del 2020.

La posibilidad de producir y vender más crudo. Técnica y económicamente se puede hacer y, más importante, con técnicas menos invasivas. Lo mismo con minería: Ecuador es un país con gran potencial. En ambos casos debe haber la capacidad operativa del Gobierno, el apoyo político (en ciertos aspectos legales) y el apoyo social de que queremos aprovechar sensatamente esas riquezas.

La apertura al mundo. Si logramos concretar acuerdos comerciales (Alianza del Pacífico, EE. UU.), sería un enorme impulso para más y mejores intercambios. Y más aún si atraemos más banca internacional (al menos con la venta del Banco del Pacífico) que incremente la competencia.

El apoyo externo vía FMI y multilaterales.

Una mayor estabilidad macroeconómica (empezando por lo fiscal, con reducción de enormes gastos improductivos).

La ley laboral, que debe generar un mercado de trabajo de ‘sentido común’, con las mejoras que son sensatas para trabajadores y empleadores… ojalá la Asamblea la considere y, con mejoras positivas, la apruebe.

¿Negativo?:

Lo peor es sin duda el entorno político. Estamos al borde del choque de trenes que mencionaba la semana pasada. La Asamblea devolvió el proyecto de ley del Gobierno, y este analiza opciones, entre las cuales hay unas sensatas (presentar 2 proyectos urgentes consecutivos a la Asamblea) y una muy mala, como sería publicar la ley porque ya pasaron 30 días sin pronunciamiento legislativo. Pero incluso en el buen escenario, la Asamblea puede reaccionar solo mostrando interés de oponerse, y entonces una consulta popular e incluso la muerte cruzada estarían en el horizonte. Y a esto pueden sumarse intereses personales nefastos, como los del señor Iza.

Un riesgo que no debemos olvidar es la preocupación internacional por un proceso inflacionario pospandemia que no se ha visto desde hace muchas décadas. Y si esto se mantiene, la herramienta básica de la política económica es reducir la cantidad de dinero en circulación en las economías, lo cual, si se maneja mal (generando expectativas negativas), puede llevar a elevaciones sustanciales de tasas de interés, frenazo de la economía mundial, apreciación del dólar y caída del petróleo… todo muy malo para nuestra economía. (O)