izavalaa1@yahoo.es

La vacuna contra el COVID-19 de Pfizer/BioNTech ha sido aprobada para el uso en niños de entre 12 y 16 años y actualmente continúan ensayos clínicos para la aprobación de la vacuna para niños de menor edad.

Los científicos y nuevas investigaciones confían en que los ensayos de las vacunas (de Pfizer y Moderna) para niños pequeños desde los seis meses, que ya se están llevando a cabo, resulten tan seguros y eficaces como se ha demostrado en adultos.

Se considera que las vacunas para este grupo de edad (seis meses en adelante) podrían estar listas para inicios del año 2022.

Los niños por debajo de doce años son menos propensos al coronavirus y un gran porcentaje son asintomáticos o presentan formas leves de la enfermedad. Sin embargo, han sido reportados 284 niños fallecidos por COVID-19 desde mayo del 2021 en Estados Unidos.

De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (AAP), hubo 14.500 niños hospitalizados por COVID-19 en 24 estados de Estados Unidos, es decir, el 2 % del total de los enfermos reportados por COVID-19.

Además, 1 de cada 1.000 niños puede desarrollar el Síndrome Inflamatorio Multisistémico (por el virus SARS-CoV-2), condición que solo se presenta en niños y jóvenes.

Se cree que el sistema inmune del niño responde probablemente más fuerte que el del adulto, la innata inmunidad del niño es más activa que la del adulto, lo que hace que los síntomas sean leves o incluso asintomáticos. Pero que en los casos del Síndrome Inflamatorio Multisistémico ocurre una respuesta del sistema inmune exagerada que, en lugar de ser protectora, desencadena una cascada inflamatoria producida por autoanticuerpos, causando daños a varios tejidos y órganos.

La vacunación ayudaría a prevenir la enfermedad y evitar que los niños sean hospitalizados por la enfermedad de COVID-19 y de procesos inflamatorios graves, como el Síndrome Inflamatorio Multisistémico.

No es correcto decir que el COVID-19 es benigno en niños. Todos quienes trabajamos en hospitales al cuidado de la salud de los niños sabemos qué tan enfermos pueden estar los niños por esta enfermedad, lo duro y difícil que la enfermedad y sufrimiento representa para el niño.

Además, mientras menos niños vacunados hay en la población, ellos representan el riesgo de convertirse en reservorios para la infección, permitiendo que las variantes de virus que evaden las vacunas puedan circular y crecer.

Hay suficiente evidencia de la eficacia de las vacunas contra COVID-19, y las enfermedades ya han mostrado a lo largo de la historia de la humanidad lo valioso que son las vacunas, de manera que la mejor forma de proteger a los niños es vacunarlos.

Es crucial la vacunación para terminar con la pandemia y los niños son también parte de esta preocupación para estar seguros y sanos.

Esto es prometedor, ya que los niños podrían regresar con normalidad a clases en forma segura, lo que visualiza un futuro esperanzador del fin de la pandemia. (O)


Especialista en Cuidados Intensivos Pediátricos.