Y hace uso de ella a lo largo de un intimidante libro de 1.092 páginas. Sin embargo, como ya se ha señalado, su lectura no abruma gracias al buen uso del lenguaje y a la ya conocida destreza didáctica de Jamil Mahuad. Era una obra esperada, pues era preciso que el expresidente expusiera de una manera amplia y detallada cuál es su versión de los acontecimientos que marcaron su presidencia. El título Así dolarizamos al Ecuador restringe a un hecho el contenido que abarca todo el mandato del lojano, que en realidad fue corto, apenas diecisiete meses, lapso en el que sin embargo se generaron situaciones y decisiones históricas. Personas que colaboraron con Mahuad completan el volumen con el aporte de anexos que aclaran algunas coyunturas.

Los hechos definitorios de ese periodo histórico fueron la solución del centenario problema limítrofe entre Ecuador y Perú, la crisis financiera de fin de siglo y la dolarización. Estos problemas, producto de circunstancias que se habían acumulado por años, se dieron en el contexto de situaciones críticas, tanto climáticas, un fenómeno de El Niño especialmente intenso, como geológicas, la erupción de dos volcanes; económicas, la baja inédita del precio del petróleo; y financieras internacionales, la crisis asiática. Con este marco el gobierno de Mahuad se vio abocado a dar soluciones audaces: firma de la paz con Perú, aceptando definitivamente el protocolo de Río de Janeiro; feriado bancario y reforma del sistema financiero; y dolarización. Estas medidas han sido muy debatidas y cuestionadas; era de esperar que así sucediera, puesto que su impacto en la vida nacional ha sido enorme. Por eso necesitábamos una explicación del principal actor de estos dramas y eso es este libro. Soy un aficionado a la historia, aunque en el caso del problema territorial tengo algún conocimiento; soy lego en economía, pero entiendo a los entendidos; y sé casi nada de finanzas, para oír del tema apenas si dispongo de otra herramienta que el sentido común. Con esta aclaración puedo decir que los argumentos del expresidente me resultan bastante convincentes, la información es suficiente y el razonamiento certero. Esta no es, por supuesto, una idea definitiva, espero ver réplicas fundadas sin sesgo emocional o ideológico.

Siendo Así dolarizamos al Ecuador ante todo un alegato de un exmandatario, es mucho más. Es una crónica, narrada desde una posición privilegiada de nuestra historia reciente, algo siempre necesario en un país con pésima memoria. Tiene también de testimonio autobiográfico humano. Habla el hombre que en primera persona tuvo que enfrentar un huracán cuyos coletazos aún nos llegan. Mahuad describe las emociones que sentía en esos momentos y las que dejaban traslucir sus colaboradores, así como los ambientes físicos y psicológicos que rodearon sus actuaciones. Y registra las conversaciones con personajes de relieve mundial, que le aportaron sus criterios sobre los temas considerados. Ojalá los ecuatorianos superen su alergia catastrófica a la lectura y se decidan a leer este volumen para hacerse una idea más fundada de hechos que marcaron la entrada del Ecuador en el siglo XXI. (O)