“La burocracia le cuesta a Ecuador millones, frena empresas y devora impuestos, según el Índice de Burocracia 2025. (…) Mantener el aparato burocrático absorbe hasta cuatro veces más recursos que la inversión pública y consume casi tanto como la recaudación de IVA e impuesto a la renta”: esto publicó el diario La Hora el 2 de octubre. Y agregó que casi todo el esfuerzo fiscal y productivo de un país se va en sostener un aparato estatal pesado, costoso e ineficiente. “Ecuador es una economía que trabaja para sostener al aparato estatal”, sentenció el economista Jorge Calderón, académico del IEEP, quien manifestó que, en 2006, el gasto en burocracia representaba el 11,4 % del PIB, mientras que en 2025 bordea el 27 %. Solo en sueldos y salarios de funcionarios públicos se gastarán $ 10.100 millones hasta finales de 2025, casi la quinta parte del PIB. “Ese gasto es cuatro a cinco veces superior a toda la inversión pública proyectada, que no supera los $ 2.500 millones”, dijo, y agregó que “el exceso de trámites les cuesta a las empresas $ 110.500 millones anuales en productividad perdida”. Y no solo es dinero: es también tiempo, energía, desarrollo y salud.
En países como los EE. UU., China, Singapur y Estonia, la utilización de la IA ha permitido a los Gobiernos ahorrar recursos, mejorar la calidad de servicios públicos y aumentar la satisfacción de los ciudadanos en eficiencia, eficacia y transparencia; y se ha demostrado que la IA tiene el potencial suficiente para transformar la administración pública mediante la automatización de tareas, e identificación de patrones y tendencias para una toma de decisiones más precisa, utilizándola como una herramienta para crear experiencias personalizadas con los usuarios e identificar fácilmente sus necesidades.
La noticia más relevante en este sentido es la publicada por este Diario el 15 de septiembre, a la cual no se le ha dado la importancia debida, no obstante los grandes males que hemos señalado y que todos conocemos que se dan en la administración pública. En Albania se ha nombrado a una ministra generada por IA, la primera en el mundo. Su nombre es Diella y, según la nota, estará a cargo de las licitaciones de contratación pública en ese país, a fin de que estén 100 % libres de corrupción y que todos los fondos públicos sometidos a este procedimiento sean transparentes. Diella ha ayudado a emitir 36.600 documentos digitales, habiendo prestado más de 1.000 servicios.
Ante la ineficiencia y evidente altísimo grado de corrupción que existe en el Ecuador, con excepciones que confirman la regla, si fuésemos gobernantes, no dudaríamos un segundo en reproducir el ejemplo de Albania, y, emulándolo, crearíamos una segunda Diella que se encargue de desmontar los corruptos andamiajes de la administración pública e impondríamos la utilización de los recursos informáticos necesarios para ahorrar los millones de dólares que cuesta mantenerla en sueldos, más lo que sale del bolsillo de los ciudadanos para que se realicen sus trámites, con lo cual mejoraría la productividad y ahorraríamos una buena parte de los gastos.
Los ejemplos y herramientas informáticas están a la vista. Solo tenemos que tomar la decisión de aplicarlas. (O)










