El Gobierno ha presentado ante la Corte Constitucional ocho preguntas a ser consultadas a la ciudadanía, lo que representa un ejercicio de democracia directa, que debería ser practicado corrientemente, como un procedimiento normal, para que el pueblo decida por sí mismo su camino en asuntos trascendentales. La Corte Constitucional deberá aprobar o negar las preguntas de la consulta, y, si son aprobadas, señalar el trámite que deban seguir las enmiendas propuestas. Ya hay voces que proponen otros temas a ser incluidos en la consulta; cosa rara, varias de esas voces provienen del propio Gobierno, como si no se hubiesen enterado de que se estaba preparando esa consulta. Pero hay, al momento, otro tema de gran importancia que debería ser consultado por separado y que no necesita de la aprobación de la Corte Constitucional; es el que se refiere a lo que se está discutiendo en mesas de diálogo entre el Gobierno y los movimientos indígenas: Conaie, Fenocin y Feine. En varios de esos eventuales acuerdos se están tratando materias que nos interesan a todos los ecuatorianos y que, por tanto, deben ser aprobados o negados mediante votación universal; solo por aprobación mayoritaria esos acuerdos serían legítimos, obligatorios para todos. Está en el interés del Gobierno y de los movimientos indígenas que los eventuales acuerdos sean legitimados por el consentimiento nacional. Por tanto, deberían ser suscritos ad referendum solamente, en espera a ser refrendados por el pueblo en referendos, en plebiscito. Por lo que se conoce, el Gobierno habría aceptado en parte algunas demandas para restringir sus planes de explotación de recursos de petróleo y de minerales, y ahora le toca a la ciudadanía decidir si está de acuerdo con estas restricciones o si desea una más amplia explotación de estos recursos naturales para atender a tantas necesidades de la población, como la desnutrición de millones de niños. El que sea el pueblo el que decida sobre estas materias constituiría un freno a los abusos que ciertos sectores hacen para, mediantes paros, bloqueo de carreteras, obtener ventajas políticas, que nunca se sacian, siempre quieren más.

Cedatos hace conocer una encuesta según la cual habría una reacción favorable a las preguntas de la consulta popular; esto significa que la gente quiere decidir por sí misma su destino. Esto debería influir, también, en una más flexible interpretación de la Constitución para que se atienda el deseo ciudadano de pronunciarse directamente, en referendos, sobre los temas de la consulta.

Más de 20 gremios del sector agropecuario se movilizarán el 28 de septiembre en exigencia de espacios de diálogo con el Gobierno

Después de reiterar que esta es una oportunidad para desdentar al Consejo de Participación de la facultad nominadora que le concedió la Constitución de Montecristi, es también útil para reforzar el combate a la inseguridad con el apoyo de las Fuerzas Armadas a la Policía Nacional y la extradición por delitos internacionales.

En el caso horrendo de la desaparición y, probable, asesinato de la abogada María Belén Bernal, en un recinto policial, y en el que el presunto responsable, su marido, teniente de la Policía, ha fugado, es la Policía la primera interesada en dar al país una respuesta satisfactoria. Todos nos solidarizamos con la víctima, su madre y sus hijos. (O)