Como madre de familia debo indicar que existen profesionales que no saben tratar a las personas, en especial a los docentes y a los estudiantes. Ciertas universidades contratan a directores de carreras, a decanos de facultades, o individuos que no tienen profesionalismo y hacen mal ya que lastiman a la institución, a las carreras y a los grupos de trabajo. Actualmente los chicos al salir como bachilleres de los colegios no saben a qué universidad dirigirse. Escribo esta carta para realizar una reflexión.

El hijo de una amiga fue a una institución universitaria a estudiar comunicación y una directora de carrera lo trató mal, lo minimizó indicándole que por situación económica el estudiante debía pensar en no estudiar y dedicarse a trabajar. El chico que con tanta ilusión quería estar en dicho centro de estudios superiores, salió desmotivado, lo cual dejó ver que no se dio buen trato. Me pregunto, ¿qué será del personal que trabaja con esta persona? Amigas que tienen a sus hijos recibiendo estos tratos reclaman que también los padres de familia son maltratados.

Es una pena que los directivos de las empresas no vean qué tipo de seres humanos entran a laborar. Debería haber departamentos especiales de psicología para examinar las aptitudes y actitudes, los pensamientos y sentimientos de los empleados en todas las empresas, en general, de esa forma tendrían mejores profesionales en todos los aspectos.

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No importa si somos consumidores de una organización, un servicio, un producto, etc.; lo que importa es el trato que nos dan desde dentro y fuera, porque al fin y al acabo debemos respetarlos y que nos respeten. Partiendo de este pensamiento, los padres de familia tenemos que pensar bien en qué universidad pondremos a nuestros hijos, porque no todo es lo que parece. (O)

Karina Giselle Hidalgo Loffredo, licenciada en Periodismo, Guayaquil