Lamentablemente, al periodista cuencano Manuel J. Calle se le ha criticado el haber creado una fábula acerca de los hechos transcurridos el 24 de mayo de 1822. Realmente su descripción del combate de Pichincha, especialmente en la parte que concierne al niño héroe, es exagerada e inexacta. Como él mismo reconocía, no era historiador sino escritor, y por lo tanto no perseguía tanto la rigurosidad histórica como sí buscaba crear efectos literarios. En esto último tuvo éxito, pues Calle logró fijar en la mente de toda una generación al prototipo del héroe. Pensamos, ¿cuántos ecuatorianos son capaces de recordar, entre los miles de combatientes del Pichincha, a otro soldado que no sea Abdón Calderón?

Día de la Bandera: símbolo patrio

Hay un detalle especialmente escandaloso en la fábula sobre Abdón Calderón que se ha atribuido a Calle, pero que en realidad no salió de su pluma: la imagen de Abdón sosteniendo el asta de la bandera con los dientes. Tal descripción no existe en su famoso libro Leyendas del tiempo heroico publicado en 1905. Sin embargo, quien abonó esa imagen a la fábula realmente fue el escritor guayaquileño Víctor Escala (el cual coincidió con Calle en una de las tantas redacciones periodísticas de la época). En un pasaje del libro de Escala, titulado Medallones, publicado en 1924, en la página 92, si no me estoy equivocando, él describe lo siguiente: “Llega entonces el minuto del grande, heroico y sin igual sacrificio. ¡Calderón sostiene la bandera con los dientes, y así le sorprende la victoria patriota!”.

El 26 de septiembre, Día de la Bandera

Años más tarde, el guayaquileño Víctor Escala se convirtió en un notable diplomático e ingresó a las Academias de Historia de Venezuela y Ecuador. En 1932, en Francia se le otorgó la Orden de las Palmas Académicas, reconocimiento que se otorga a personas que se han destacado en el ámbito de la cultura y la educación. (O)

Publicidad

Gabriel Fandiño, Guayaquil