Soy contadora pública autorizada, laboré 36 años como jefa de sección en el Departamento de Cobros de impuestos y recaudaciones del 2 por mil, en la Universidad de Guayaquil; tengo 11 años de jubilada junto a algunos compañeros administrativos y docentes, también jubilados, y hago el justo reclamo al señor rector de la Universidad de Guayaquil, de que realice inmediatamente el pago de nuestra jubilación complementaria, que nos suspendió hace un año y seis meses.

Se hace caso omiso a nuestros reiterados reclamos como personas adultas mayores jubiladas, con padecimientos de enfermedades catastróficas. El pago que exigimos es un derecho, y una resolución de la Corte Constitucional que se dé cumplimiento obligatorio a favor de las personas que hemos trabajado fecundamente y coadyuvado al progreso académico y cultural de la Universidad de Guayaquil. (O)

Fidela Bethzabé López Cornejo, contadora, jubilada, Guayaquil