En la situación delictiva que están viviendo Guayaquil y otras ciudades del país, debemos tomar medidas urgentes que ayuden a combatir este flagelo.

El presidente Lasso se queja por la falta de policías, estima un déficit de 30.000 agentes a nivel nacional; se ha tomado un año para constatarlo. Es hora de aunar esfuerzos con los GAD –Gobiernos Autónomos Descentralizados– para ejecutar acciones en todo el país, con énfasis en las ciudades más afectadas. En Guayaquil demandamos un acuerdo entre la Policía Nacional, la Metropolitana, y la ATM –Agencia de Tránsito y Movilidad– para constituir la policía de la ciudad (como es en grandes metrópolis), encargada del sector urbano, y dejar la periferia y las zonas ‘rojas’ a la Policía Nacional con los grupos de intervención especializados. El cambio en la legislación es apremiante, coordinando estas reformas con el sector de la justicia, hoy inmerso en una crisis institucional sin precedentes. Seguridad sin justicia ágil, es imposible, pues ambos sectores garantizan la paz ciudadana. Es indispensable fortalecer escuelas de formación con pénsum académicos. Basta de discursos, el tiempo apremia, la ciudadanía está secuestrada por el crimen organizado. Presidente, envíe a la Asamblea Nacional las leyes urgentes para que se pongan a trabajar como demanda el país. (O)

Antonio Martínez González, cirujano, avenida Samborondón