El español promedio se transforma cuando está en juego pertenecer a la manada ideológica. Parece que vivimos en un rebaño y tenemos que asentir incluso cuando el pastor nos lleva al precipicio.
La dinámica polarizada y bipolar que se impone es pura patología que nos lleva a la autarquía. La banalización de las instituciones, de la ética o el derecho, es cada día más evidente. El responsable todos lo conocemos. Mientras, muchos ciudadanos y antiguos dirigentes de partidos políticos argumentan la misma distopía. Se justifican con que ellos votan al partido, no al que lo dirige.
Yo me pregunto si es compatible ser racional con esta forma de pensar. El alimento de esta irrealidad es responsabilidad de una Europa que ni está ni se la espera.
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Debería de ser quien ponga orden, pero no lo hace. Llegará el momento en que todo reviente y luego se buscarán culpables y a pagarlo todos, como siempre. (O)
Pablo Fuentes Cid, Valladolid, España
