¡Qué día tan bello, lleno de civismo y amor de patria! Así recuerdo cada 26 de septiembre, cuando ejercía la docencia con vocación y amor.

Semanas anteriores a esta fecha se daba inicio a los ensayos y los estudiantes no se quejaban del sol, calor y el cansancio, puesto que estaban preparándose para un acto cívico ejemplar.

Varios planteles de Guayaquil adelantaron el juramento a la bandera

Escuchar los himnos entonados con respeto nos llenaba de infinita complacencia. Escuchar y entonar el himno nacional del Ecuador, seguido por el himno a la bandera y ver a la tricolor flamear sobre los estudiantes era una invitación a repetir los versos del poema de José Joaquín de Olmedo Alfabeto para un niño, que dice: “Amor de patria comprende cuanto el hombre debe amar: su Dios, sus leyes, su hogar, y el honor que los defiende”.

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Es necesario que del pasado se recoja lo mejor para incorporarlo al presente..., sin olvidar los mensajes y valores...

El acto se completaba con el juramento a la bandera. Al ver la inclinación de los estudiantes y escuchar el “¡Sí, juro!” deja satisfacción y emoción.

En este mes se hacían presentaciones, charlas y concursos con temas cívicos como la historia de la bandera nacional. Los maestros junto con los estudiantes y padres de familia nos quedábamos muchas horas y regresábamos felices y cansados cumplida la jornada. Los pensamientos positivos afloraban en todos. Los estudiantes llenos de amor a la patria, padres orgullosos de sus hijos y maestros con la satisfacción de haber cumplido su deber.

“Hay que seguir esforzándose, estudiar mucho”: Sergio y Kenya, entre los 458 abanderados que juraron la bandera en la Zona 8

Para los maestros ecuatorianos que laboran con verdadera vocación, necesitan saber que esta ceremonia debe continuar. Es necesario que del pasado se recoja lo mejor para incorporarlo al presente usando la tecnología, pero sin olvidar los verdaderos mensajes y valores que permiten un futuro prometedor con personas preparadas que aman a su patria.

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El que ama, cuida y siempre está listo para hacerla grande o morir por defenderla.

¡Viva la patria! (O)

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Alicia de Jesús Carriel Salazar, Guayaquil