Soy una anciana de 77 años, me acogí a la jubilación en el año 2011, luego de trabajar por 32 años ininterrumpidos como secretaria en la Universidad de Guayaquil, sirviendo a mi país.

He luchado por nueve años para que la Corte Constitucional y el Tribunal Contencioso Administrativo aprueben el juicio y emitieron la sentencia a favor mío y los más de 1.600 compañeros jubilados que se encontraban en el mismo caso.

¿Hasta cuándo el irrespeto a los jubilados?

En el año 2020 la Universidad de Guayaquil comenzó a pagarme la jubilación complementaria hasta noviembre de 2021 que me fue suspendida, sin explicación ni argumento legal alguno.

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Considero que a las autoridades de la Universidad de Guayaquil sus asesores no las están informando de forma correcta sobre la resolución de mi pago, y el de muchos jubilados, que hizo la Corte Constitucional, haciendo que queden mal, pues una cosa es un criterio institucional y otra cosa es un mandato de la Corte Constitucional, máximo organismo de justicia.

¡Páguennos ya!

Hago pública mi situación para que el rector de la Universidad de Guayaquil me restituya mi jubilación complementaria, valor que venía cobrando, así como el retroactivo que debe, pues soy una anciana que padece de una enfermedad catastrófica.

Ya se cumplieron un año nueve meses que de manera inhumana se me suspendió, sin justificativo alguno, dicho pago. (O)

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Amalia Andrade Barcia, jubilada, Guayaquil