La fauna urbana en nuestro país se ve afectada por proyectos de construcción. El tema debe ser abordado con frecuencia, ya que falta familiaridad con este; no se conocen las consecuencias graves. El principal problema es comunicativo; un claro ejemplo es ignorar los daños que causan la minería ilegal, la tala indiscriminada, la contaminación ambiental... y la inoperancia de las autoridades para solucionar.

La iniciativa de cobrar multas y sanciones de parte de la Alcaldía de Guayaquil por la tala de árboles patrimoniales y áreas verdes, que van de cinco a diez salarios básicos, es decir, de unos $ 4.500, debe ser vista como un ejemplo para cuidar el ecosistema. Todos debemos formar parte de un cambio en el contexto ambiental, el respeto a la naturaleza, que está respaldado en la Constitución de la República. (O)

Edwar S. Ulloa Viteri, Guayaquil