Políticos, aprendan a ser humildes, a aceptar las críticas constructivas; no sean ambiciosos, orgullosos, soberbios, altivos, arrogantes... Aprendan a ser modestos, humildes, para que gobiernen con sabiduría que le agrade a Dios y agrade a sus semejantes, el pueblo.

Para que les vaya bien, escuchen el sentir de los pobres y los demás ciudadanos, no solamente oigan a sus compañeros arrogantes que están a sus lados. Si un país no tiene paz, no puede dar seguridad a sus ciudadanos ni permitir ningún progreso. (O)

Oswaldo Vera, Guayaquil