Después de tanto descalabro con salvajes y desproporcionados desmanes liderados, orquestados y guionados por terroristas, narcos y reconocidos agitadores políticos, pienso que se hace necesario redireccionar la barca en pos de nuevas metas y objetivos, tratando de superar los obstáculos y evitando nuevas confrontaciones; bajo la utilización de mecanismos tendientes a mantener la paz y mejorar, sustancialmente, las condiciones de vida de aquel pueblo que, con fe, optimismo y creyendo fielmente en las ofertas de campaña, le consignó su voto para presidente a Guillermo Lasso Mendoza.

Es hora de que el presidente tome las riendas de su mandato, oxigenar más su gabinete, depurar la ineficiente y censurada Asamblea, dar un giro completamente nuevo a su administración tan mal vista y criticada por la gran mayoría de ecuatorianos que, de no ser por el apoyo de todos quienes amamos la libertad y defendemos la democracia, con seguridad otros habrían sido los resultados. Hagamos acopio de nuestras fortalezas y luchemos porque esta anómala situación no se repita; solo así estaremos en capacidad de sacar adelante a este hermoso país vapuleado por las fuerzas del mal. (O)

Fabiola Carrera Alemán, Quito