Al observar en el video la forma como le quitaron la vida al candidato a presidente, Fernando Villavicencio, nace una duda razonable: ¿cómo es posible que los agentes que le brindaron la seguridad no hayan previsto la custodia alrededor del vehículo?, además ¡que no se encontrara dentro de la cabina (asiento trasero) ningún agente del orden! Lo que vemos es que lo metieron agachándole la cabeza...

Llama la atención la no respuesta oportuna ante estos ataques. (O)

Vicente Govea, Guayaquil