En la pandemia, para la distensión del estrés del público, los museos pueden hacer la diferencia, presentar exposiciones de cuadros, sacar los que tienen guardados; realizar actos, con aforo reducido.

Extrañamos en la ciudad de Guayaquil el hermoso Museo Municipal de la Arcilla, tenía piezas de más de 500 años de historia sobre la independencia de Guayaquil, el Primer Grito de Independencia, etc., lo desarmaron para convertirlo en un centro de prevención de enfermedades infecciosas (avenida Barcelona entre los puentes El Velero y el de la calle 17). ¡Es inaudito! Dicha obra la inauguró el exalcalde Jaime Nebot, quien supo apoyar la cultura, invirtió inteligentemente en el arte en Guayaquil, y en el Museo municipal de la Música Popular Julio Jaramillo, el que formaba a la juventud en su Escuela del Pasillo, los domingos presentaba gratis conciertos de primera; después de su administración pararon programas y apoyo. (O)

Gonzalo Sánchez, Guayaquil