Con mucha sorpresa toco este tema muy humano, angustioso y penoso. El sueño de vivir, nunca muere, Dios es el calmante, que acompaña, con amor, hasta la eternidad.
Eutanasia: entre lo fácil y lo difícil
En el país hay muchos casos de personas con enfermedades terminales y que han terminado en el suicidio, como solución final. Los seres humanos tenemos dignidad, que no puede perderse, ni admite degradación alguna, y es a esta dignidad, a la que se refiere el primer artículo de los Derechos Humanos, que sostiene que todos los seres humanos han nacido libres, para decidir sobre su vida, con dignidad. Por lo tanto, la dignidad no puede quedarse como un mero eslogan, sino de aplicación jurídica, semántica y ética. El ejemplo, en los momentos actuales, sobre el tema de la Eutanasia, es el de la valiente Paola Roldán, de 42 años, con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad catastrófica, cuya esperanza de vida es corta y se desvanece, día a día. Paola es amante de la vida, pero quiere tener el derecho de decidir cuándo morir. Sabe que va a fallecer y que eso llegará pronto, es decir, ella pide a través de su abogado, que se despenalice el homicidio, para no comprometer a los médicos, para que no sean enjuiciados. La razón lógica es que la eutanasia es un suicidio asistido, que etimológicamente significa “buena muerte”.
Por otro lado, en el país, se habla de una ley orgánica de la salud, donde se investiga las causas, magnitud e impacto, sobre la salud, de aquellas enfermedades crónicas, catastróficas, con pronóstico de vida limitada. Es decir, que la eutanasia arrebasa lo jurídico, por lo cual, la Corte Constitucional debate este aspecto, que tocará las fibras más profundas de los seres humanos, que toma el pedido de la valiente Paola, pedido de participar en el debate público de la eutanasia, que su propósito es dejar como ejemplo y herencia a sus hijos su testimonio de esperanza, alegría y de vida digna en medio de una de las peores enfermedades. La Corte Constitucional enfrenta la difícil tarea de determinar si Paola podrá ejercer el derecho de morir dignamente; ella tiene la lucidez necesaria para tomar esa decisión, de forma valiente. Señor presidente, hay que hacer reformas para estos casos. Su decisión puede ayudar en los futuros debates sobre el derecho a la muerte digna, tema que el país no está preparado para abordar. (O)
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Robespierre Rivas Ronquillo, periodista, Guayaquil