El término ‘improbable’ es común en la ciencia, en particular en la física cuántica y estadísticas. La física cuántica demuestra que un electrón puede pasar por dos lugares a la vez y su direccionalidad está impregnada de incertidumbre. De la misma forma la política se balancea entre la incertidumbre y las probabilidades, asunto que hay que probar a cada paso.
Hoy en día, desde los generadores de opinión pública se cuestiona a muchos gobernantes de encontrarse fuera de la realidad. ¿Y cuál es la realidad? Es un tema discutible porque depende de lo imaginario: lo que vemos, lo que sentimos y lo que escuchamos. Estas sensaciones como las palabras no coinciden con los objetos que están en el mundo. Cada uno sentirá de modo diferente, igual cada cultura, aunque en varios casos se forman colectivos de diferente catadura con algunas identificaciones aceptadas, de lo cual se goza.
Otra cosa es lo real, que no es algo definido, sino que remite a las imposibilidades que se presentan todos los días, es decir, los obstáculos y dificultades, tanto del mundo como del inconsciente, que no dejan de tener una relación de continuidad. De hecho, muchas veces se termina haciendo lo que no se quiere, una y otra vez. A estas piedras en el camino y en el zapato habrá que darle algunos rodeos para inventarse posibilidades de salida del atolladero, estas pueden provenir de los padres o de cualquiera, son huellas sin sentido en el inconsciente que cada uno tratará de darles un significado, darles un buen uso es una cuestión de ética. Muchas veces hay que trabajar por mucho tiempo para lograr algo al respecto. (O)
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Juan de Althaus Guarderas, psicoanalista, Samborondón