La oposición intentó destituirlo dos veces el año anterior, ahora insisten una tercera vez. Por necedades como estas, la Asamblea ha caído en franco deterioro y obtenido las más bajas calificaciones. También, por su inoperancia, por su falta de gestión, por su permanente obstrucción. Cuando sí debió oponerse al aumento de los impuestos a fines de 2021, prefirió abstenerse y dejar que entraran en vigencia por ministerio de la ley. La Asamblea está muy desprestigiada y se esmera en caer aún más.
A todos los afectados con la represión al narcotráfico y el terrorismo internacional, los partidos de oposición se unen para sumar al desconcierto, descalificar al Ejecutivo, intentando derrocar un régimen legítimamente constituido, no les importa el bien de la nación; contribuyen a que el riesgo país se incremente 1.500 puntos, los créditos para el Ecuador se encarezcan y queden fuera del ánimo de la banca internacional. Se hacen acusaciones gratuitas sin las debidas pruebas procesales, se pretende involucrar al Ejecutivo en malos manejos y casos de corrupción. El presidente Lasso desde hace un año pidió la renuncia de Hernán Luque, ahora investigado y fuera del país, y ha sido categórico en afirmar que no existe familiar en su gobierno y que Danilo Carrera deberá responder por sus propios actos, que no tiene nombramiento alguno ni participación oficial en su Gobierno. Por ello me niego a creer hasta que no existan pruebas, y cuando se formulen cargos veremos quién es responsable y deberá responder por ellos. Mientras, el país debe agradecer el combate frontal al narcotráfico, a muchos de los logros del presidente, entre ellos la renegociación de la deuda con China, la reducción del déficit fiscal de 7,8 a 1,6 % del PIB, el saneamiento de las finanzas públicas, la reducción de las deudas con los GAD, el IESS, los jubilados, la reducción del desempleo, el incremento de la actividad económica, los menores aranceles, las mayores recaudaciones aduaneras y tributarias.
El Gobierno no es perfecto, ha tenido fallas, nombramientos equivocados, incapacidad para comunicar, excesivo número de ministerios, de dependencias públicas, embajadas, consulados, y nombramientos de personas afines a los gobiernos anteriores; pero nada que ponga en duda la capacidad y menos la honorabilidad del presidente, quien merece nuestro respaldo. (O)
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Luis Villacrés Smith, ingeniero comercial, Guayaquil